SANTIAGO.— La ministra de Defensa, Michelle Bachelet, anunció que su cartera pagará las cuentas de gas que mantienen encendida la "Llama de la libertad" sobre la tumba del libertador Bernardo O'Higgins.
De esta manera Bachelet puso término a la polémica surgida por el anuncio de su colega de la Secretaría General de Gobierno, ministro Francisco Vidal, que anunció que el Ejecutivo no seguiría pagando las cuentas de gas.
La ministra explicó su decisión argumentando que frente al monumento situado al lado de la "Llama de la libertad" se depositan las ofrendas florales ofrecidas por las autoridades extranjeras que visitan Chile.
Respecto a los 4 millones de pesos, unos 6.700 dólares, que cuesta mantener flameando día y noche la llama, Bachelet dijo que "creo que lo vamos a poder hacer".
La llama fue instalada el 11 de septiembre de 1975 por el general (r) Augusto Pinochet, quien la encendió por primera vez, y se convirtió de inmediato en un símbolo del régimen militar.
El pebetero se encuentra al lado del sepulcro del héroe de la independencia Bernardo O’Higgins, al frente del palacio de gobierno.
Bachelet recordó que O’Higgins "es prácticamente el padre y fundador del Ejército, y es muy importante para las Fuerzas armadas".
La polémica por la llama de la libertad comenzó cuando el ministro Francisco Vidal explicó que los costos del gas eran cargados a su ministerio, y que no podría seguir pagándolos a causa de una disminución de gastos dispuesta por el Ministerio de Hacienda.
