SANTIAGO.- El movimiento ecologista Greenpeace denunció hoy que desde Australia zarpó un barco con residuos nucleares -provenientes del reactor Lucas Heights- con destino a Francia y que una de sus rutas tentativas es pasar, este 11 de noviembre, por el Cabo de Hornos, al sur de Chile y Argentina, por lo cual, esta organización solicitó a los gobiernos de la región rechazar el paso de la embarcación.
Según informaciones que maneja Greenpeace, el barco cargado con productos nucleares "Fret Moselle" podría utilizar diversas rutas para trasladar sus productos, pero la más probable resultaría ser la que atraviesa el Cabo de Hornos, introduciéndose en aguas chilenas.
La organización estimó que el navío ingresaría en aguas nacionales dentro de 15 días, alrededor del 11 de noviembre, para arribar a Francia en los primeros días del mes de diciembre, donde la basura será despachada hacia la planta de Cogema.
El contenido que porta este carguero trata de residuos que poseen material utilizable para la fabricación de armas nucleares y fueron generados en el reactor de Lucas Heights, operado por el gobierno de Australia.
Para Greenpeace los gobiernos de la Región "deben exigir una inmediata clarificación de la ruta de este cargamento", ya que hasta el momento el Gobierno australiano se ha rehusado a revelar los detalles de este transporte.
Cabe señalar que, el día de ayer, cinco camiones cruzaron las calles de Sydney transportando los contenedores con los residuos nucleares (244 elementos combustibles gastados, altamente enriquecidos). El cargamento dejó el puerto australiano de Botany Bay, alrededor de las 05:00 horas locales.
La embarcación además, partió rodeada de un fuerte operativo policial, en el cual participaron diez lanchas armadas, helicópteros, y policía montada a caballo y motocicleta, y en medio de protestas de grupos ambientalistas.
Greenpeace se opone al transporte de sustancias altamente radiactivas y advirtió que los países que han generado estos materiales deben adoptar medidas de gestión de las mismas en sus territorios, evitando transportarlos y someterlos a procesos que generan más volumen de residuos, como el reprocesamiento, donde aumentan los riesgos ambientales y de seguridad civil.