SANTIAGO.- En dependencias de la Primera Fiscalía Militar de Santiago se desarrolla desde pasadas las 11:30 horas un careo entre el empresario Claudio Spiniak -sindicado como líder de una red de pedofilia-, el mayor (r) José Luis Aguilera y los cuatro efectivos de Carabineros ligados a un abortado operativo policial en contra del empresario.
La diligencia, que encabeza el fiscal Luis Araya, busca establecer el papel que cumplieron los cuatro uniformados y Aguilera en un operativo iniciado luego que un menor denunciara que Spiniak lo había intentado violar en una de sus viviendas.
Los cuatro carabineros que permanecen detenidos son el teniente Marcos Subiabre, el cabo primero Hernán Romero y los carabineros Luis Henríquez y Juan Soto.
El 4 de febrero de 2002, en el sector Santa María de Manquehue, personal de vigilancia privada encontró a un adolescente que aseguró que había escapado de una fiesta en casa del empresario en la que éste habría intentado violarlo.
Tras la denuncia, llegaron hasta la residencia de Spiniak los cuatro carabineros que actualmente están privados de libertad.
Al enterarse de la presencia policial en el lugar, el empresario Jorge Rabié, quien sería amigo de Spiniak, habría solicitado por teléfono a un supuesto oficial de Carabineros, el mayor (r) Aguilera, que intercediera a favor del dueño del gimnasio.
En apariencia, Aguilera le exigió telefónicamente a Subiabre que se retirara de la casa del empresario y dejar el procedimiento sin efecto.
El teniente de Carabineros dejó constancia escrita de la llamada telefónica en su unidad policial.
El juez Araya tiene hasta el sábado 22 de noviembre -cuando vencen los cinco días de plazo de prisión preventiva- para decidir el futuro procesal de los cuatro uniformados en servicio activo, quienes podrían enfrentar penas por incumplimiento de deberes militares de entre 541 días a cinco años de presidio.