COPIAPO.- En la etapa final de un cáncer hepático se encuentra en estos momentos el obispo emérito de Copiapó, monseñor Fernando Ariztía, que en horas de esta mañana recibió el sacramento de la unción de los enfermos.
Debido a la gravedad de su salud, el Arzobispado de dicha ciudad llamó a la población a orar por el alma del prelado.
Según el médico tratante de Ariztía, Julio Díaz, en las últimas horas el obispo ha sufrido un notable deterioro en su estado de salud.
"Hace tres días que ha ido empeorando su situación debido al progreso natural de su enfermedad. Es alimentado a través de suero por vía intravenosa", relató el especialista a radio Cooperativa.
Tras conocer el diagnosticó médico, el sacerdote manifestó su intención de volver a Copiapó, donde fue obispo titular por 25 años, con la finalidad de estar junto a sus seres queridos.