SANTIAGO.— El Colegio Médico acordó en forma unánime convocar a un paro nacional de 48 horas los días 16 y 17 de diciembre próximos en rechazo a la reforma a la salud que impulsa el Gobierno.
El gremio anunció el fin de semana que las relaciones con el Ejecutivo estaban rotas y que no se sentarían más a dialogar puesto que después de diez meses de trabajo en distintas comisiones, no habían conseguido nada.
Además del rechazo de la reforma a la salud en su conjunto, el Colegio Médico se opone a la sorpresiva incorporación de un artículo que permite que pacientes de isapres usen las camas de las salas comunes de los hospitales públicos. Esto, según el gremio, aumentará las listas de espera, desplazará a los pacientes de Fonasa y provocará un caos en las clínicas medianas y pequeñas.
Tras una reunión de carácter extraordinaria, los presidentes regionales de la orden pidieron además la renuncia del ministro de Salud, Pedro García, luego de enterarse que éste mismo había reconocido que negoció la medida con parlamentarios de oposición para mantener en trámite la reforma.
A ello se suman acuerdos laborales pendientes desde 1999, porque después de casi un año de conversaciones, no lograron que el Gobierno otorgue $8.000 millones anuales en mejoras de remuneraciones para los 10 mil médicos del sistema público de salud.
Gobierno no cederá a presiones
El ministro de Salud, Pedro García, afirmó que la aspiración de la mayoría de los chilenos en orden a contar con una reforma a la salud no puede verse subordinada a las peticiones de los gremios del sector.
"No podemos subordinar la voluntad de un país a la voluntad de un gremio por muy legítimo, muy respetable que sea ese gremio", dijo el secretario de Estado.
"Aquí, la voluntad del país se expresa en un Ejecutivo por el cual el país votó y en un Legislativo por el cual ese país votó, y el país es más amplio que el gremio de la salud. En ese sentido, no hay que perderse ni medio segundo", agregó.
