SANTIAGO.- Nada nos hace lucir un aspecto más saludable y bonito durante el verano que un rostro bronceado, pero no hay que olvidarse de que el sol puede ser un gran peligro.
Si a ello le sumamos que para hoy se esperan temperaturas cercanas a los 33° C en la Zona Central del país, es fácil predecir más de alguna deshidratación, quemadura o insolación.
Y es que aunque en el verano la piel absorbe sólo el 25% de los rayos solares que recibe durante el año, el exceso de sol provoca trastornos y si eso se acompaña con calor, el desgaste de la piel puede ser irreversible.
Con índices altos de radiación UV es recomendable no exponerse al sol. Sólo 15 minutos de exposición puede formar ampollas en la piel.
Uno de los efectos del sol en la piel es que la envejece. Se estima que 75% de las arrugas y falta de elasticidad son su responsabilidad, y que el deterioro es acumulativo.
De ahí que la Asociación Americana de Dermatología asegura que el 80% del daño solar se produce antes de los 18 años, aunque se manifiesta a los 30.
El director del departamento de dermatología del la Universidad de Chile, Juan Honeyman, explica que en un día como hoy hay que distinguir dos cosas, o "dos problemas" como prefiere llamarles.
"Un primer aspecto es la cantidad de radiación de sol que hay, y hoy tenemos un índice Alto. Pero además está el calor, que no tiene directa relación con las radiaciones solares", asegura.
En ese sentido, explica, que respecto a la fuerte radiación de rayos UV y UVB de hoy,
la principal recomendación para las personas es "no exponerse al sol" cuando la sombra de la persona sea más pequeña que la estatura de la persona.
"La sombra es el mejor indicador de las radiaciones. Cuando no hay sombra es la peor hora para exponerse al sol, en cambio si la sombra es más grande que la estatura de la persona significa que las radiaciones son menores", y eso ocurre después del mediodía, advierte Honeyman.
A su juicio si una persona, pese a las condiciones de radiación decide exponerse hoy al sol debe tomar las siguientes precauciones:
Aplicarse filtro solar, "de buena calidad", que no sea menor que factor 15, al menos 15 minutos antes de la exposición. Para los niños, en cambio, usar pantallas en vez de filtros, "ya que el niño no absorbe bien el filtro solar".
Utilizar ropa adecuada que tape las zonas más expuestas.
Usar un toldo o un quitasol.
El exceso de calor puede traer consigo una baja de presión o deshidratación. Se recomienda los lugares frescos y consumir mucha agua.
En tanto, respecto a la intensidad de calor que se dejará sentir en nuestra capital, el profesional afirma que "el calor puede producir una baja de presión, porque se dilatan los vasos sanguíneos". Además puede causar deshidratación, "especialmente en los niños por tener una piel más delgada".
Para ello recomienda "estar en lugares frescos, con buena ventilación y tomar bastante líquido. A los niños no tenerlos con mucha ropa para evitar que le salgan pintitas rojas".
Recomendaciones al exponerse al sol
Antes
Una de las necesidades más importantes es rehidratar la piel, ya que los rayos UV favorecen la pérdida de agua, lo que pone en peligro su aspecto luminoso y elástico y la capacidad para cumplir con sus funciones. La mejor ayuda vendrá de cremas de cara y cuerpo, mascarillas y tratamientos de acción hidratante intensiva.
Básica también es la elección del filtro, para lo que hay que considerar la resistencia que tiene la piel al sol, su tipo y la textura del producto.
Para el cuerpo existen filtros en spray, geles para quienes tienen problemas de exceso de secreción sebácea, y las típicas leches, que a veces reafirman. Este producto debe aplicarse media hora antes de exponerse al sol, y sobre la piel seca. No hay que olvidar que su uso no significa no broncearse, sino que el color se obtiene de forma más lenta y segura.
Durante
Evitar el sol entre el mediodía y las tres de la tarde, cuando los rayos solares son más peligrosos, y hay que tener en cuenta el agua refleja los rayos, aumentando su potencia, por lo que hay que usar protector incluso al bañarse.
También es importante tomar mucha agua para evitar la deshidratación, y reaplicar el filtro cada dos horas, y siempre después de un baño o sudoración excesiva.
Después
Se recomienda una ducha con agua tibia para cerrar los poros, e hidratar la piel para recuperar la pérdida de agua y prolongar el bronceado.
Imprescindible resulta el uso de productos aftersun, destinados a calmar, hidratar, reparar los daños celulares y alargar la vida del bronceado.