Aurelio Montes recibe condolencias.
SANTIAGO.- Una emotiva ceremonia religiosa se realizó esta tarde en la parroquia San Francisco de Sales de la comuna de Vitacura, en homenaje a la joven profesora Francisca Cooper Larraín, quien perdió la vida en el tsunami que afectó a gran parte del sudeste asiático el pasado 26 de diciembre.
El responso fúnebre fue celebrado por el sacerdote Juan Barbudo, quien casó a la joven. También lo acompañó el jesuita Felipe Berríos, quien durante los últimos días ha acompañado a la madre de la víctima, Pilar Larraín.
A los asistentes a la ceremonia se les repartió un recuerdo de la joven, un pequeño papel con una fotografía de Francisca con la leyenda:
"Nadie la conoció sin amarla, todos la queríamos. Señor, nuestro dolor es inmenso, sin embargo, que se haga Tu voluntad".
Una vez finalizada la celebración, una gran cantidad de personas se acercó al marido de Francisca, Aurelio Montes del Campo, para manifestarle sus condolencias.
Las cenizas de la joven arribaron esta mañana a Chile en un vuelo de la aerolínea Lufhtansa en el que venía su padre, Alan Cooper. La misa por su eterno descanso será celebrada a las 10:00 horas de mañana en la misma iglesia. Posteriormente, los asistentes se dirigirán al cementerio Parque del Recuerdo donde dejarán las cenizas de Francisca Cooper Larraín.
El único familiar que realizó declaraciones fue Manuel José Larraín, tío de la joven, quien afirmó que la familia de Francisca está tranquila, y agradeció las muestras de cariño que han recibido de la gente y también de la prensa.
"Dentro de la pena hay una tranquilidad. Lógicamente que en estos minutos se recuerda de nuevo todo y ha vuelto un poco la pena. Pero dentro de todo estamos tranquilos", dijo Larraín.
Consultado sobre el estado de ánimo del joven viudo, el tío de Francisca Cooper sostuvo que Aurelio Montes se encuentra bien, aunque necesita de mucho apoyo y comprensión.
La joven profesora del colegio Santa Cruz de Chicureo se encontraba de luna de miel en la isla Phi Phi junto a su esposo cuando ocurrió el desastre. La pareja se había separado sólo por algunos momentos cuando dos olas enormes cayeron de lleno sobre el hotel donde la joven tomaba el sol. Su marido logró salvarse gracias a que en esos momentos se encontraba caminando por una colina cercana.
Aunque sufrió algunas heridas, Aurelio Montes inició de inmediato una frenética búsqueda de su mujer, a la que posteriormente se sumó su suegro, Alan Cooper; el padrino de Francisca, Juan Luis Bulnes, y sus propios padres.
Las dudas sobre el paradero de la joven se despejaron el 3 de enero pasado gracias a la ayuda del médico forense argentino-israelí Ricardo Najman, quien dio con su cuerpo en una morgue de la ciudad de Krabi.
Los restos de Francisca fueron cremados en una íntima ceremonia que se realizó en un templo budista y a la que asistieron su marido, sus suegros, su papá y su padrino.
