Papa Juan Pablo II
SANTIAGO.- Médicos chilenos dedicados a las afecciones a la tercera edad aseguran que la posibilidad de que el Papa Juan Pablo II muriera la noche del martes fueron muy altas, principalmente por su avanzada edad (84 años), grave sintomatología respiratoria y el evidente decaimiento de su sistema inmunológico producto del parkinson que lo afecta.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica fue hospitalizada de urgencia aquejado de una laringotraqueritis aguda y una crisis de laringo espasmo, a raíz de un cuadro gripal "grave". A esa altura, el Papa llevaba varios días con problemas para respirar y hablar.
Según el doctor Eduardo Villanueva, médico geriatra de la Institución Imagen Médica, la situación del Papa fue grave y pudo haber muerto. "Un paciente mayor se descompensa en un rato, en un par de minutos. Un cuadro viral o una neumonía en un paciente adulto mayor es muy grave".
Lo anterior, en el sentido de que "la parte pulmonar está muy relacionada con la parte cardiaca, con lo renal. Tú no eres un pulmón, ni un riñón ni un corazón, el ser humano tiene relaciones entre los órganos, por lo tanto, cuando un órgano falla, caen todos los otros", señaló Villanueva, argumentando sobre la importancia de actuar rápido en casos como el que sucedió al Pontífice, quien pudo, al parecer del médico, tener un desencadenamiento fatal producto de una descompensación generalizada.
Villanueva recomienda un reposo de 10 a 15 días, sin ninguna actividad pública, sin embargo "no se trata de estar acostado todo el día", sino de reposo con "activos", pues no es aconsejable que permanezca en cama "por los cuadros trombóticos asociados al reposo absoluto en el adulto mayor".
Evidente muerte de neuronas
Por su parte, el siquiatra del Centro del Parkinson y Estrés, Raúl Miserda, quien está especializado en enfermedades del adulto mayor, hace hincapié en la evidente muerte de neuronas que presenta el Papa Juan Pablo II producto del mal del parkinson que lo afecta.
Según él, en el caso del Papa la muerte de neuronas y el avance progresivo de su enfermedad crónica es notorio, por cuanto "afecta el cómo habla, altera la coordinación de los movimientos y provoca la rigidez muscular".
En el último tiempo se ha enfatizado en los medios sobre las notorias dificultades para hablar del Santo Padre y la rigidez de su rostro cuando se dirige a los fieles en el Vaticano.
Raúl Miserda postula que la muerte de neuronas es producto de un "estrés crónico" y en el caso de Juan Pablo II sería evidente. "Hacerse cargo de la Iglesia Católica y ser baleado", según el médico, serían razones suficientes para estar estresado, además de temer por un ataque en cada visita que realiza o actividad pública.
El médico del Centro del Parkinson plantea que para casos como el del Papa es necesario aplicar un nuevo sistema, denominado Enfoque siconeurosomático, el cual, según él, ha logrado curar a varios pacientes en Estados Unidos.
Diagnóstico complicado
Para el geriatra Mario Gazitúa Zavala, los diagnósticos en adultos mayores como el Papa son muy complicados, pues no presentan la misma sintomatología que los jóvenes, por lo mismo, recurren a médicos cuando la enfermedad ya está avanzada.
"La edad avanzada constituye de por sí una gravedad", manifestó el médico argumentando que en casos como el que ocurrió a la máxima autoridad de la Iglesia Católica "siempre está el riesgo de complicarse y morir".
"Podría haber muerto, pero ya no pasó", dijo Gazitúa para tranquilizar a los fieles que temen por la salud del Papa, pero añadió que si no se tienen los cuidados necesarios su situación podría complicarse y pasar a una neumonía.
Finalmente, el médico considera que el Pontífice podría vivir mucho tiempo más si se tienen los resguardos necesarios para hombres de 84 años.
