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SANTIAGO.- El incendio desatado el jueves pasado en el Parque Nacional Torres del Paine, continúa su voraz marcha, con más de 14 mil hectáreas ya consumidas por las llamas y con un perímetro de 105 kilómetros, transformándose en el más importante registrado en la zona.
La anterior catástrofe ocurrió en febrero de 1985, cuando un turista extranjero de origen japonés dejó encendida una colilla de cigarrillo, la que terminó arrasando con 14 mil hectáreas.
La superficie siniestrada hasta el momento es equivalente a más de seis veces la comuna de Santiago (2.200 Ha), y supera con creces el área total de Las Condes (9.900 Ha).
Sin embargo, las situación parecen tener un leve respiro, gracias a la providencial lluvia que durante la madrugada de hoy se dejó caer en el sector de Torres del Paine, la que salvó a una importante hostería de ser consumida por las llamas. Según el intendente de la décimo segunda región, Jaime Jelincic, el incendio está “contenido”.
El siniestro amenazaba el frente y un costado del complejo turístico “Las Torres”, según relató un ejecutivo de la empresa.
La inminencia del peligro hizo que ayer se tomara la decisión de evacuar, hacia Puerto Natales a los 80 turistas que se hospedaban en el lugar, los que no podrán regresar hasta que la autoridad lo determine.
El complejo turístico permanece en "zona de riesgo", según dijo Sernatur, pues los vientos pueden hacer regresar las llamas.
El resto de las instalaciones turísticas del parque se encuentran abiertas, ya que se encuentran a más de 40 kilómetros del incendio.
Durante la noche de hoy la hostería será reabierta, para uso exclusivo del personal que está trabajando para aplacar el fuego.
Las lluvias y el intenso trabajo de personal de Conaf y de todas las ramas de las Fuerzas Armadas permitieron además reabrir hoy los accesos de Lago Sarmiento, Laguna Amarga y el acceso fluvial de Río Serrano, informó la Directora Regional (s) del Sernatur, María Angélica Olgín.
La situación de estos accesos es evaluada constantemente por las autoridades.
Afortunadamente la pérdida en la fauna ha sido marginal, registrándose muertes muy aisladas. La mayoría de los animales ha escapado a zonas aledañas.
