SANTIAGO.- El Ejército chileno negó hoy la participación del general Miguel Trincado Araneda en una operación conocida como "Retiro de Televisores", consistente en exhumar y hacer desaparecer los restos de presos políticos de la dictadura.
Según el diario La Nación, el actual comandante en Jefe de la II División de Ejército, habría estado vinculado, a fines de los años 70 y con el rango de capitán, en la exhumación de los cadáveres de 26 fusilados en la ciudad norteña de Calama.
Los cuerpos fueron subidos a un avión bimotor de la Fuerza Aérea de Chile y posteriormente lanzados al mar, según el diario.
El caso está vinculado a la llamada Caravana de la Muerte, una comitiva militar cuyos integrantes recorrieron entre octubre y noviembre de 1973 varias localidades de Chile y ejecutaron sin juicio a 76 prisioneros políticos, de los que 19 figuran en las listas de detenidos desaparecidos.
El comandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, negó hoy tajantemente la participación de Trincado Araneda en estos hechos.
"Son acusaciones que denostan personas, que hieren, que duelen, que no tienen fundamento y que retrasa y entorpece este proceso que es tan importante", subrayó Cheyre.
Añadió que no le cabe la menor duda de que el oficial no tiene ninguna participación directa ni indirecta en los hechos que se le están imputando, motivo por el cual también se envió un comunicado institucional donde se asegura que dichas informaciones periodísticas no se ajustan a la realidad.
El comunicado señala que "el Ejército rechaza categóricamente estas imputaciones por ser injustas y lesionar innecesariamente la imagen de la institución y comprometer la honra del citado oficial".
Por su parte, el ministro de Defensa en funciones, Francisco Vidal, pidió responsabilidad y prudencia en este caso y recordó que la opinión del gobierno es que encontrar la verdad y aplicar la justicia es una tarea que le corresponde a los tribunales.
Actualmente hay unos 160 militares activos y jubilados procesados en Chile en causas por violaciones de los derechos humanos, situación que ha generado malestar en las ramas castrenses que se quejan de la lentitud de los juicios.
