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SANTIAGO.- Este mediodía José Miguel Insulza dejará oficialmente su cargo de Ministro del Interior, pero ayer el nuevo Secretario general de la OEA se reunió con su sucesor, Francisco Vidal, para ponerlo al día sobre sus nuevas obligaciones.
En conversación con Radio Cooperativa, esta mañana, Insulza declaró que se marchaba con muchos recuerdos alegres de su labor ministerial, como las numerosas despedidas que recibió desde que fue confirmado en la OEA, las reformas constitucionales que impulsó o la agenda de modernización que ayudó a implementar.
El personero también se dio tiempo para recordar las cosas negativas que ha vivido en su paso por el Gobierno, que a su juicio son las “difamaciones y canalladas en contra de personas”, como las que rodearon al caso Spiniak. “Me voy con la tristeza de que han ocurrido, en los últimos años, una serie de difamaciones y canalladas en contra de personas, que más allá de que sean adversarios políticos o no, no merecen ser tratados de esa forma”. El ministro agregó que, en su opinión, "el caso Spiniak ha sido el mayor sinsabor de este gobierno".
Las nuevas responsabilidades que le esperan, no lo desaniman, “me voy confiado en que podamos hacer el trabajo, voy a tratar de armar un buen equipo”. Las prioridades de su labor estarán centradas en mejorar la imagen de la OEA y preocuparse de los problemas de gobernabilidad de la región.
