SANTIAGO.- Tres condenados en el marco del "caso Degollados" iniciaron una huelga de hambre en el penal de Punta Peuco, como forma de exigir beneficios carcelarios similares a los que han recibido en otros recintos penales los denominados presos políticos.
Los huelguistas son los ex miembros de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar) el mayor (r) Guillermo González Betancourt y Alejandro Sáez Mardones, además del civil Miguel Estay Reyno (alias el "fanta"). Todos permanecen en prisión desde hace más de 13 años y reclaman no haber tenido ningún tipo de ayuda ni beneficio.
También está el suboficial (r) Armando Cabrera Aguilar, condenado a cadena perpetua por el asesinato, en 1983, del carpintero Juan Alegría, crimen con el que se pretendía ocultar el homicidio del dirigente sindical Tucapel Jiménez.
Según explicó Iris González, esposa de Sáez, la huelga será indefinida mientras no les den alguna solución. Incluso afirmó que durante el fin de semana evaluarán además iniciar una huelga seca.
La mujer aseveró que los ex uniformados demandan entre otras cosas la posibilidad de que se estudie una rebaja de pena, o incluso acceder al indulto presidencial.
La sentencia en este caso la dictó el ministro Milton Juica, quien concluyó la investigación por los profesores Manuel Guerrero, Manuel Parada y Santiago Latino, quienes fueron degollados tras ser detenidos a fines de marzo de 1985.
El juez condenó a presidio perpetuo a Guillermo González y Alejandro Sáez. Con 18 años de cárcel fue condenado el ex agente Miguel Estay, aunque luego la Corte de Apelaciones amplió la condena a prepetua.
