El "Comandante Ramiro".
SANTIAGO.- Mauricio Hernández Norambuena, también conocido como Comandante Ramiro, Rolando, José Miguel, Pepe, Abuelo o Tata, fue uno de los cuatro presos que protagonizaron la espectacular fuga desde la Cárcel de Alta Seguridad el 31 de diciembre de 1996.
Fue conocido como uno de los miembros de élite del Frente Manuel Rodríguez, al que ingresó directamente desde las Juventudes Comunistas en 1983. Estudió Derecho y Pedagogía en Educación Física en la Universidad Arcis, pero nunca se tituló. Ahí conoció a su pareja, Lorena Astorga, quien fue vocera del FMR.
Entrenado para la guerrilla en Centroamérica, se destacó como alumno, por lo que después llegó a dirigir los cursos de inteligencia y estrategia militar que allí se impartían. Como miembro de la "vía armada" de la izquierda -que tenía como misión derrocar al régimen militar- , Hernández Norambuena participó como fusilero en el atentado contra el general (r) Augusto Pinochet, en septiembre de 1986, así como en el del ex Comandante en Jefe de la FACh, Gustavo Leigh, en 1990.
Además, está confeso de haber participado en el asesinato del ex director de la Dirección de Comunicación de Carabineros (Dicomcar), coronel (r) de Carabineros Luis Fontaine; en el asalto al retén Los Queñes, el 21 de octubre de 1988, y en julio del año siguiente, en el homicidio del ex agente de seguridad Roberto Fuentes Morrison, conocido como "el Wally".
Sus compañeros lo consideraban un hombre audaz y de innegables condiciones operativas, cualidades que lo hicieron ingresar a la Dirección Nacional del Frente en 1990, donde dirigió las fuerzas especiales y llegó a ser el quinto hombre. Estos cargos le conferían una independencia que ningún otro "comandante" tenía, pues contaba con un aparato logístico propio. Se llegó a decir que el sólo obedecía órdenes del líder máximo de la organización terrorista, Galvarino Apablaza, más conocido como Comandante Salvador.
Está legalmente condenado a doble presidio perpetuo como uno de los autores intelectuales del homicidio de Jaime Guzmán Errázuriz y por el secuestro de Cristián Edwards, en septiembre de 1991. Además es requerido judicialmente en Chile por los delitos de infracción a las leyes de control de armas y conductas terroristas y evasión de presos en la Cárcel de Alta Seguridad.
