SANTIAGO.- En Buenos Aires, el gobierno del Presidente Carlos Menem celebraba, y la prensa local titulaba a toda página: "¡¡¡Grande, referi!!!" En Chile, reuniones de urgencia se sucedían en la cancillería, y caras nerviosas y descompuestas de altos funcionarios daban cuenta de una muy, muy mala noticia.
Ambas escenas corrían en paralelo, el 21 de octubre de 1994, a poco de conocerse el fallo del tribunal arbitral que favoreció completamente las aspiraciones argentinas sobre Laguna del Desierto –o Lago del Desierto, como lo llaman los argentinos- y dejó a Chile con la pesada carga de sufrir una inmensa pérdida territorial.
De inmediato, la oposición se lanzó en picada contra el gobierno de Patricio Aylwin, a quien acusaban de haber aceptado una negociación cuyo resultado desfavorable parecía previsible, en circunstancias que no habían apuros evidentes para recurrir a un arbitraje que podía terminar en un todo o nada, como finalmente ocurrió.
Aylwin viajaba junto a su canciller Enrique Silva Cimma en un yate por las islas Galápagos cuando se enteró del fallo adverso por Laguna del Desierto.
Poco después, señaló en una
entrevista que "la historia" lo juzgaría, y que abrigaba la esperanza de que lo juzgara bien. Aylwin no pudo ser contactado para este reportaje, según se dijo, debido a problemas de agenda.
El senador por Aysén, Antonio Horvath, quien había sido un fuerte crítico de la gestión de la cancillería, acusó al gobierno de
"entreguista" –crítica que mantiene hasta hoy día- , mientras el Ejecutivo anunciaba su intención de acatar el fallo en el marco la política exterior chilena que cumplía con los compromisos contraídos.
Aylwin y Silva Cimma dirigían la política exterior cuando Chile perdió Laguna del Desierto. |
La génesis de este resultado adverso para los intereses de Chile venía de mucho antes, cuando el 31 de octubre de 1991 los presidentes Aylwin y Menem habían resuelto acudir a un arbitraje internacional, medida estipulada en el Tratado de Paz y Amistad de 1984 para aquellos casos en los que las posiciones de ambos países se tornaran irreconciliables.
Chile y Argentina venían de solucionar momentos especialmente complejos de sus relaciones bilaterales, que estuvieron a punto de enfrentar a ambos países en
una guerra a fines de 1978, luego de que Buenos Aires desconociera un fallo adverso que confirmaba la soberanía chilena en las islas Picton, Nueva y Lenox.
Así lo recuerda Silva Cimma: "El problema de Laguna del Desierto hay que mirarlo dentro de un contexto más amplio y que deplorablemente no ha sido mirado. Laguna del Desierto se insertaba dentro de un contexto amplio de la necesidad de, de una vez por todas, mejorar a fondo las relaciones con Argentina en el sentido de poner término a todas las cuestiones que estaban pendientes".
El senador Horvath aportó con mapas y antecedentes históricos para defender la postura de Chile. |
El ex canciller no acepta críticas a la gestión chilena que derivó en la pérdida de Laguna del Desierto, y por el contrario, define la política exterior del gobierno de Patricio Aylwin como "una gestión extraordinariamente exitosa".
Teniendo de fondo el argumento de mejorar las relaciones con el vecino, la administración de Aylwin decidió acudir junto a Argentina a un tribunal arbitral conformado por miembros latinoamericanos, el que quedó constituido el 15 de diciembre de 1991. Los integrantes de este tribunal fueron los juristas Rafael Nieto, de Colombia, quien fue elegido presidente del organismo; Reynaldo Galindo Pohl, salvadoreño; Pedro Nikken, de Venezuela; Julio Barberis, de Argentina; y el chileno Santiago Benadava.
El senador Horvath afirma que uno de los grandes errores de Chile fue haber permitido "un tribunal incompetente en términos generales en la materia, porque más bien eran expertos en derechos humanos, latinoamericanos. Por lo tanto, eran sometidos a presiones de carácter hemisférico. No hubo un estudio serio del derecho, de la geografía, de los derechos chilenos desde el punto de vista de la ocupación".
Silva Cimma, ante la consulta de si tiene alguna autocrítica por la gestión fallida en Laguna del Desierto, menciona con cierta reticencia al tema de los árbitros: "Bueno, siendo casi majadero para abordar el problema, creo que tal vez pudo haberse analizado más a fondo la proposición que se nos hiciera en el nombramiento de los árbitros", señala, aunque sigue defendiendo que el tribunal hubiera estado compuesto por latinoamericanos.
Laguna del Desierto, el territorio que estaba en litigio, es una zona de 530 kilómetros2, distante 3 mil kms al sur este de Buenos Aires y mil 700 de Santiago.
En términos gráficos, representa más de 5 veces la comuna de Las Condes (99,4 kms2) y más de 18 veces la comuna de Vitacura (28,9 kms2).
Se trata de una zona difícil, donde se imponen cordones montañosos y que obtiene su denominación de un depósito de agua dulce ubicado al lado nororiental del sector.
El tribunal arbitral fijó su sede para funcionar en Río de Janeiro y dividió su trabajo en tres etapas: la presentación de antecedentes de las partes, los alegatos orales de los representantes de Chile y Argentina y finalmente la deliberación, que culminó el 21 de octubre de 2004 favoreciendo casi integralmente la posición argentina.
La resolución del tribunal analizó los antecedentes desde que Chile y Argentina acudieron a un arbitraje del rey de Inglaterra, quien en 1902 emitió un laudo a partir del cual surgieron los primeros problemas, al elaborarse dos
mapas distintos: uno del árbitro y otro que realizó el demarcador en 1903.
En ambas cartas la zona que fija el límite aparece prácticamente en blanco y sólo investigaciones posteriores establecieron que son dos los cordones montañosos que rodean la Laguna del Desierto. Así, Chile y Argentina asentaron sus pretensiones en la región teniendo como base la delimitación de esas cumbres.
Chile esgrimió que la traza limítrofe debe descender desde el Hito 62 y empalmar con el monte Fitz Roy, siguiendo las cumbres orientales, mientras que Argentina planteó que la línea debía pasar por las elevaciones occidentales.
Recurriendo a la historia
La imagen del teniente Merino muerto en una emboscada argentina provocó indignación en Santiago. |
Para defender su postura, Chile aportó antecedentes históricos que indicaban que el área fue objeto de colonización nacional, haciendo referencia al establecimiento de la familia Sepúlveda en esa zona.
En cambio, para Argentina fue fundamental el hecho de que algunos mapas chilenos ubicaban a la Laguna del Desierto como parte del territorio argentino.
Este argumento definitivamente complicó las aspiraciones chilenas, según recuerda el ex canciller Silva Cimma: "El mapa hecho por el Instituto Geográfico Militar el año 1956, claramente establecía que esa parte del territorio discutido era argentina".
Recuerda que la cancillería retiró de circulación esos mapas, pero ya estaban en los antecedentes del servicio exterior argentino "y fueron hechos valer en su oportunidad".
Del mismo modo, Buenos Aires argumentaba que la presencia argentina fue constante en la región, la cual fue potenciada con la creación de la localidad de El Chaltén, en 1985.
Muere el teniente Merino, el momento más conflictivo
El sargento Miguel Manríquez, otro de los miembros del grupo de cinco carabineros emboscados, aparece en el suelo, con la mirada perdida tras ser herido de bala por los gendarmes argentinos, que sumaban 90 efectivos. |
El diferendo limítrofe alcanzó su punto de mayor confrontación el 6 de noviembre de 1965, cuando gendarmes argentinos asesinaron a balazos al teniente de carabineros Hernán Merino Correa y dejaron a otros dos policías chilenos heridos.
El incidente se produjo cuando la patrulla de Carabineros cumplía una misión de soberanía, para comprobar la denuncia realizada poco antes por un colono chileno respecto de que había sido conminado por gendarmería trasandina para aclarar la inscripción de su propiedad, pero en entes administrativos argentinos.
Dos años más tarde, se hizo permanente la presencia de Gendarmería argentina en la zona en conflicto, con lo que la familia Sepúlveda debió abandonar sus tierras, terminando así con la presencia de chilenos en esa área en disputa.
"En realidad, la Laguna del Desierto se perdió, entre comillas, el año 1965 , cuando después de la muerte del teniente Merino, asesinado prácticamente, Chile y el gobierno de la época toman la decisión de retirar no solamente Carabineros del sector, sino que sacar a los pobladores chilenos que estaban en el área y dejar a los gendarmes ilegalmente instalados en el sector", reflexiona el senador Horvath.
Según señala Silva Cimma, una de las razones por las que Chile aceptó ir al arbitraje fue precisamente para revertir la ocupación argentina, de facto, en Laguna del Desierto.
Pero el fallo del 21 de octubre del tribunal arbitral fue tan adverso para los intereses de Chile, que Santiago presentó un pedido de revisión, que se resolvió prácticamente un año después.
Así, el viernes 13 de octubre de 1995, hace 10 años, el Tribunal Arbitral desestimó la solicitud chilena, marcando con ello la pérdida definitiva para Chile del territorio de Laguna del Desierto.