RANCAGUA.- Tenso era el ambiente que existía en el tribunal de garantía de Rancagua hasta donde llegaron unas 50 personas, todas pertenecientes a la obra Don Orionne, además de sacerdotes y mojas de las más diversas órdenes religiosas, para manifestar su apoyo al padre J.G, quien se encuentra detenido por dos cargos de presunta violación contra dos menores del hogar que dirigía, el Pequeño Cottolengo de Rancagua, según informó Radio Digital FM.
El juez de Garantía Luis Barría rechazó la petición para conceder la libertad bajo fianza. La defensa del religioso, a la que hoy se incorporó el reconocido penalista Alfredo Echeverry, anunció que impugnará la resolución ante la Corte de Apelaciones de Rancagua.
Digital FM precisó que el juez barría decidió mantener en prisión preventiva al sacerdote al reconocer que los argumentos del Ministerio Público eran válidos, en el sentido de que el padre J.G representa "un peligro para la sociedad debido a la gravedad de los hechos denunciados".
El magistrado, tampoco acogió la solicitud de la defensa en orden a que el sacerdote resultase beneficiado con una medida cautelar de arresto domiciliario o permanecer bajo custodia del superior de la Orden Don Orione en Santiago, padre Gustavo Valencia, quien también se encontraba en la audiencia y manifestó su intención de recibir al cura en la casa de formación que mantiene la institución en la comuna de Cerrillos.
En tanto, la fiscal Carolina Suazo, se refirió a los peritajes sexológicos que se presentaron anteriormente al tribunal sobre las supuestas victimas de iniciales N.A.A.G y C.E.D.D, de 13 y 17 años, respectivamente. Puntualizó que existen tres exámenes que avalan el delito de violación además de presentar un informe de la Brigada de Delitos Sexuales, donde se calculó el tiempo en que el sacerdote se demoró en desplazarse hasta el domicilio de la Villa Alberto Hurtado, donde habría cometido uno de los abusos sexuales.
Finalmente, la fiscal Carolina Suazo informó a Digital FM que solicitó una audiencia para formalizar nuevos cargos contra el cura imputado, por otro delito de violación, lo que vendría a complicar enormemente su situación judicial. Esta audiencia se realizará este lunes a las 11 horas.
También, la fiscal Suazo denunció una serie de amenazas, amedrentamientos y presiones indebidas que se han cernido sobre los testigos de la causa. "Incluso, hace dos días le llegó una carta anónima a uno de estos testigos, donde se señalaba que sería castigada por Dios si decía algo contra del padre J.G., que se quemaría en el infierno y le deseaban todos los males si denunciaban al sacerdote", indicó la profesional.
