SANTIAGO.- En su último día como presidente de la Corte Suprema, el ministro Marcos Libedinsky fue tajante en sostener que no se arrepiente de haberse reunido con la ministra del caso Mop, Gloria Ana Chevesich, puesto que dicho encuentro no tuvo la intención que quiso dársele.
"No me arrepiento de nada de lo que hice, porque no hice nada de aquello que pretendió atribuírseme", recalcó para desmentir que en alguna oportunidad haya pretendido influenciar a la magistrado en el proceso que ella instruye.
Libedinsky calificó ese hecho como uno de los principales errores en sus dos años de gestión al mando del Poder Judicial, pero insistió en que "cualquier persona que me conozca bien nunca va a creer que yo quiera presionar a alguien porque no lo he hecho nunca".
Según explicó, en el té que mantuvo con Chevesich sólo le expuso argumentos sobre cómo enfrentar un caso como el que ella estaba dirigiendo.
"Lo hice por la situación que nos vinculaba de haber sido profesor y ella mi ayudante, porque justamente era el primer proceso en el que ella estaba actuando como ministra en visita, no había tenido experiencia anterior, entonces no me guió ningún otro móvil que el de orientarla", describió.
Derechos humanos
En otro tema, reconoció sentirse descontento de no haber podido mejorar durante su gestión la imagen que el Poder Judicial tiene ante la opinión pública. "Creo que la imagen se mantuvo y eso para mí implica un descontento porque yo lo que aspiraba dentro de mi período era justamente mejorar la imagen", explicó.
En materia de derechos humanos, reiteró ser partidario de que los juicios se terminen, pero aclaró que eso no significa que sean sobreseídos.
El presidente aclaró que su postura tiene que ver con los problemas que trae a la administración de justicia en la Corte de Santiago el hecho que haya un gran número de ministros en visita, lo que impide un normal funcionamiento de los tribunales.
Además recordó que en casi todas las constituciones se sostiene que los procesos no deben tener dilaciones indebidas. "Es conveniente para todas las partes involucradas que los procesos terminen, sea por sentencia condenatoria o sentencia absolutoria, pero que se ponga término a esa situación de incertidumbre".