SANTIAGO.- El miércoles recién pasado, se produjo la primera absolución en un caso de homicidio simple que se registra en la Región Metropolitana Norte. luego de la puesta en marcha de la Reforma Procesal Penal.
La falta de pruebas contundentes, la ausencia de peritajes científicos al imputado y a las evidencias y la contradicción y fragilidad de los testimonios, fueron tres de los principales argumentos con que se impuso la tesis de los abogados defensores Ignacio Castillo Val, de la empresa Defensa Jurídico Penal y Jorge Moraga Torres, de la Defensoría Regional Norte.
El imputado era Francisco Moraga Moraga, de 25 años, quien fue acusado haber asesinado a Máximo Curillán González durante la madrugada del 9 de julio de 2005 en la comuna de Conchalí, cuando dos grupos rivales se enfrentaron en un confuso incidente que terminó con un muerto y cuatro heridos.
El juicio oral duró tres días, en los que la Fiscalía presentó más de 15 testigos, entre peritos criminalísticos, familiares e individuos que presenciaron los hechos.
Pese a que el fiscal había solicitado para Moraga Moraga una pena de diez años de presidio mayor en su grado mínimo, el Tribunal Oral en lo Penal, presidido por la juez Irma Tapia, rechazó las pruebas presentadas por el órgano persecutor y acogió los argumentos esgrimidos por los defensores, quienes refutaron durante todo el proceso la pertinencia y credibilidad de diligencias y testimonios.