SANTIAGO.- La denuncia de la familia Pinochet, que dice que el Gobierno pretende convertirlos en víctimas de persecución política, despertó la reacción del Ejecutivo, que hoy sostuvo que "desde que volvió la democracia al país, ya no se persigue a nadie por pensar distinto".
"Cada persona es dueña de decir lo que le parece correcto,por eso mismo somos una democracia y a nadie se le persigue, ni por sus opiniones, ni por sus creencias religiosas, ni por sus militancias políticas, ni por su participación activa en la vida social. Felizmente desde el año 90 en Chile no existe ese tipo de persecuciones", declaró enfático el vocero de La Moneda, Osvaldo Puccio.
El vocero agregó que Lucía Pinochet se encuentra en manos del ministro de fuero, Carlos Cerda, y es él quien tiene que definir su situación procesal definitiva, por lo tanto al Gobierno no le cabe hacer comentarios respecto a la situación.