MADRID.- El jefe de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah), el ex Canciller chileno Juan Gabriel Valdés, expresó hoy su convicción de que el futuro Gobierno de Michelle Bachelet mantendrá las tropas que tiene en el país caribeño.
"He estado con el Presidente (Ricardo) Lagos hace dos o tres días y ha sido enfático en señalar que el compromiso de Chile es de largo plazo", dijo Valdés, quien añadió: "y estoy convencido de que el Gobierno futuro de Chile va a seguir la misma política".
El contingente chileno está autorizado a permanecer en Haití hasta el 30 de julio, por lo que serán el Gobierno de Michelle Bachelet y el Parlamento, que tomarán posesión el 11 de marzo, los que decidan sobre el futuro del despliegue militar.
El diplomático ofreció una conferencia de prensa en Madrid, donde mañana se reunirá con miembros del Gobierno de España, que el pasado mes de febrero anunció que sus más de 200 efectivos desplegados en Haití regresarán a principios de abril.
Revisión
Valdés reconoció que la continuidad de los casi 600 soldados chilenos que participan en la misión de pacificación de la ONU deberá ser revisada cada cierto tiempo por el Senado, pero dijo que hay un consenso político en el país en favor de la permanencia.
"Mi opinión como chileno es que las tropas chilenas deben seguir, y dos y tres años más, porque creo que eso es lo que se necesita en Haití para formar una fuerza policial que le dé seguridad al Estado ", declaró el jefe de la Misión de Naciones Unidas.
En opinión de Valdés, el compromiso de seguir en Haití es general entre los países de América Latina, que han comprendido que "nuestra función es claramente de apoyo y de sostén a una política estatal que debe orientarse a resolver los temas sociales profundos".
"El tema de Haití no es un tema militar. El tema de Haití es un tema de desarrollo social", argumentó el ex Canciller, quien destacó el hecho de que "los países latinoamericanos han manifestado su voluntad de no ponerse plazos, sino metas, en Haití".
La tarea fundamental de la Minustah, tras el proceso electoral del pasado 7 de febrero en el que René Preval resulto elegido presidente, debe ser controlar el país en materia de seguridad, mientras se trabaja para formar a la nueva policía, dijo.
Ese cuerpo policial deberá tener entre 20.000 y 25.000 miembros, "para poder dar seguridad a 8 millones de habitantes" y deberá tener un alto grado de profesionalización, una meta, que "no es una tarea fácil en un país tan pobre", explicó Valdés.
"A nosotros nos parece que esa es una tarea valiosa y, por lo tanto, la idea es permanecer allí", reiteró el jefe de la Minustah, misión compuesta por 9.000 efectivos y establecida en noviembre de 2004 tras la salida del poder de Jean Bertrand Aristide.
El diplomático expresó su satisfacción por el hecho de que la misión de la ONU tenga un sello fundamentalmente latinoamericano.
"Es la primera vez desde hace más de 100 años que hay un ejército latinoamericano, con un general brasileño, un general argentino, un general chileno" y tropas de todo la región, dijo Valdés, satisfecho también por que la solidaridad haya sido la motivación principal.