SANTIAGO.- El ministro Claudio Pavez, quien investiga el homicidio del coronel Gerardo Huber, perpetrado en 1992 tras detectarse la exportación ilegal de armas a Croacia, dictó procesamientos por asociación ilícita contra cinco ex miembros de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) implicados en el caso.
El fallo establece por primera vez la conexión que existe entre el crimen del ex uniformado y la exportación ilegal de armas a Croacia, ya que se constató la creación de una asociación ilícita con el fin de neutralizar a Huber y obstruir la acción de la justicia.
También asegura que en 1991 había grupos de civiles y militares que participaban de la venta ilícita de armas a ese país.
De acuerdo con la resolución, el coronel de Ejército Gerardo Alejandro Huber Olivares, Jefe del Departamento II, "Adquisiciones" de la Dirección de Logística del Ejército, desapareció en extrañas circunstancias el 29 de enero de 1992, después de prestar declaración en el caso armas.
Su cadáver fue hallado "en un montículo de tierra, en el río Maipo, en el sector de La Obra y presentaba una herida de proyectil de arma de fuego en el cráneo, que le provocó la muerte y atendida las circunstancias de su desaparición y fallecimiento, resulta evidente que se trata
de un homicidio calificado, realizado en forma planificada para neutralizar a
dicho oficial por el conocimiento que tenía de las operaciones irregulares en que intervino personal del Ejército, de las Fábricas y Maestranzas del Ejército
(Famae) y civiles y así evitaron que informara sobre ellas al juez sustanciador
del sumario respectivo y que involucrara a oficiales del alto mando institucional".
El primero en ser notificado del procesamiento fue el general (r) Eugenio Covarrubias, ex jefe del mencionado organismo, el cual llegó hasta la Corte de Apelaciones de San Miguel sin su abogado y fue trasladado hasta el Comando de Policía Militar de la institución castrense, ubicado en Peñalolén.
En las afueras del tribunal, su abogado Marcelo Cibié comentó que "primero que nada hay que procurar la libertad, después pedir conocimiento del sumario, estudiar los antecedentes y, según si hay mérito, apelar al procesamiento".
En segundo lugar fue notificado el general (r) Víctor Lizárraga, ex coordinador de la DINE, quien aparece mencionado por, a lo menos, por cuatro testigos vinculados a la familia del coronel.
Después fue el turno del general (r) Carlos Krumm, ex director de Logística y del brigadier (r) Manuel Provis, ex jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército.
El único que queda pendiente es el coronel (r) Julio Muñoz, quien era amigo del asesinado coronel.
Los cinco militares en retiro cayeron en contradicciones y, según antecedentes de la investigación, ayudaron a ocultar el crimen de Huber, que en un principio se intentó hacer pasar por suicidio.