SANTIAGO.- La rutina del humorista Coco Legrand reavivó la polémica. ¿Es cierto que la mujer puede hacer varias cosas a la vez y el hombre es sólo monocorde? ¿Que hay que apagarle la tv para lograr conversar con él?.
Si a ello sumamos las eternas e inevitables comparaciones de cuál de los géneros es más inteligente, más fuerte o más débil, el tema se vuelve atractivo, interesante y polémico.
Desde la salud mental, la Dra. Rosemarie Fritsch, psiquiatra del Hospital Clínico Universidad de Chile, hace un recorrido histórico de la relación mujer-hombre, sus roles y diferencias, considerando aspectos como la inteligencia.
"Antiguamente el padre de familia era el que mandaba. Luego surge un complemento y hoy la necesidad de una imagen paterna", señala la especialista, explicando la aparición de una mujer plena, desde lo femenino y "los hombres se asustan y dicen dónde está lo masculino. Eso es un reflejo de lo que está pasando en nuestra sociedad".
¿Quién es más inteligente?
Asumiendo la validez del estudio británico sobre coeficiente intelectual, la Dra. Fritsch dice que la inteligencia es sólo un vaso, una capacidad que hay que llenar y se complementa con otras que se miden con el mismo instrumento, como las habilidades de conducción, empáticas, es decir lo que se ha denominado "inteligencia emocional" .
Según la especialista la multiplicidad de roles o la destreza femenina de estar en varios frentes a la vez se explica por una funcionalidad distinta del cerebro. "A la inversa de lo que la gente piensa no se trata en el caso de las mujeres de ser concebidas originalmente con un cerebro masculino que luego se feminiza, en realidad, todos nacemos con un cerebro femenino con una funcionalidad global. Al nacer los varones generan testosterona y eso selecciona neuronas ¿cómo? matando otras. Esto no les sucede a las mujeres. Este fenómeno vuelve a ocurrir en la pubertad, es decir el cerebro masculino tiene menos neuronas que el femenino".
O sea todos nacemos con un cerebro femenino que por efecto de las hormonas activa una diferenciación en dos momentos de la vida provocando, en definitiva, que ambos géneros sean fisiológicamente diferentes. Pero todos con un gen femenino.