CURICÓ.- Un multitudinario adiós tuvo esta tarde el sargento segundo, José Reyes Muñoz, quien falleció tras ser baleado en el rostro cuando intentó repeler el robo de una bicicleta en Curicó.
El balazo que dejó en estado grave y que posteriormente le costó la vida al uniformado provinó de un arma que era portada por un joven de 17 años.
Durante el funeral, al que asistió el general director de Carabineros, José Bernales y el ministro del Interior, Andrés Zaldívar, se vivieron, según informó radio Cooperativa, escenas de profundo dolor tanto en la Iglesia del Carmen, donde el obispo de Talca, Horacio Valenzuela, ofició la liturgia, como en el Cementerio General curicano donde se realizó el funeral.
Luego de los honores de rigor para un mártir de la Carabineros, la entrega de la bandera chilena a la viuda, Jessica Fuenzalida, las balas de salva de un destacamento de honor despidieron los restos de Reyes Muños, que falleció a los 39 años de edad, dejando una viuda y dos hijos, una niña de 13 años y un niño de sólo tres años.