SANTIAGO.- Justamente ante un paradero en construcción, a pasos de la Alameda, el diputado UDI Gonzalo Uriarte, advirtió acerca de las millonarias indemnizaciones que deberá pagar el Estado a los operadores del Transantiago sino se terminan a tiempo todas las obras de infraestructura comprometidas en el plan, algo que a su juicio es "imposible".
"Estamos a siete meses de la entrada en vigencia del Transantiago y no vemos que el sistema esté preparado para cumplir con todas las condiciones que se prometieron" dijo el parlamentario.
Según lo establecido en las bases de licitación de recorridos, los montos de estas indemnizaciones superarían los 500 millones de pesos diarios, dijo.
Como recordó el diputado, el plan de transporte urbano para la capital ya ha sufrido varios aplazamientos desde su primera implementación en mayo de 2004. La fecha definitiva de puesta en marcha es el 22 de octubre de este año.
De darse una nueva prórroga Uriarte explicó que el Estado de Chile "va a tener que pagar millonarias indemnizaciones a los operadores por no haber cumplido en tiempo y forma las promesas que se hicieron".
Obras pendientes
El diputado UDI mencionó entre las obras de infraestructura que siguen pendientes, la construcción de 35 paraderos, algunas vías segregadas, estaciones intermodales y 70 kilómetros de ciclovías.
Además contó los arreglos que deben hacerse a esquinas de los principales troncales para que los buses articulados puedan doblar correctamente según su radio de giro.
Uriarte fue enfático en señalar que "en siete meses es imposible cumplir con todas las condiciones".
De los 64.8 millones de dólares presupuestados para infraestructura, hasta la fecha sólo se ha construido el equivalente a US$ 24.2 millones, es decir, un 37% de la inversión.
"Es un deber del gobierno hacerse responsable de los retrasos y compensar a los capitalinos por las deficiencias de su gestión, sobre todo considerando que este proyecto fue heredado del anterior gobierno de la Concertación", dijo.
Finalmente Uriarte denunció que no se ha cumplido aún con el anunciado retiro de mil buses amarillos que había cumplido su vida útil. Ello significa, agregó, que hoy circulan cerca de ocho mil micros por el Gran Santiago con el consiguiente efecto en la congestión, demora en los tiempos de viaje y aumento de la contaminación.