Informaciones preliminares señalan que Jorge Martínez era pareja homosexual de Hans Pozo, el joven asesinado. |
SANTIAGO.- Un disparo a la cabeza se habría autoinferido un sujeto identificado como Jorge Martínez Arévalo, sospechoso de la muerte de Hans Hernán Pozo Vergara.
Fuentes ligadas al caso, señalaron hace pocos instantes a EMOL que el individuo –vinculado sentimentalmente con el joven descuartizado- se habría disparado a las 15:35 horas, durante un operativo policial en la comuna de La Pintana que buscaba dar con el responsable del crimen.
Martínez, de 41 años, soltero y dueño de una heladería, vivía a pocas cuadras de donde vivió sus últimos días el joven asesinado.
En el lugar se encontraron ropas y paños con sangre.
Otras dos personas fueron detenidas durante el operativo y trasladados a la Brigada de Homicidios.
Pareja de Hans Pozo
Informaciones preliminares señalan que Jorge Martínez era pareja homosexual de Hans Pozo, el joven asesinado.
Fuentes policiales han señalado que el sujeto se habría disparado a sí mismo, lo que le causó la muerte en su hogar, ubicado en Venancia Leiva con Santa Rosa, en el paradero 30 de esta última avenida, en la comuna de La Pintana.
Por la relación que habría tenido Jorge Martínez con la muerte de Hans Pozo se produjo el allanamiento a su vivienda que terminó con el disparo fatal de Martínez, quien ingresó muerto al hospital “Sótero del Río” de la comuna de Puente Alto, según consignó Radio Cooperativa.
¿Venganza por robo?
Según los últimos que lo vieron con vida, a Pozo Vergara lo habrían matado por una venganza. Incluso,
algunos dicen tener identificado al presunto autor del macabro hecho. Sería un homosexual de unos 40 años. Un microempresario.
"Un fabricante de helados", dicen. La policía ya tiene un retrato hablado.
En esta versión, la víctima estuvo en la casa de esta persona. En el lugar, el joven no aguantó el impulso de robar y le habría sacado al empresario un celular, joyas y unos cuantos billetes.
Si esta historia es cierta, "El Rucio" estaba a días de convertirse en el "Descuartizado de Puente Alto", a quien llegaron incluso a arrancarle sus tatuajes de Cupido, un bufón y las "tres Marías".
Las versiones de algunos criminalistas estarían en lo cierto:
un crimen "gay".
También tendría sentido la posibilidad del congelamiento de partes del cuerpo. Hacía tres semanas, aproximadamente, que al "Rucio" se le había perdido la pista.
Algunos lo echaron de menos, pero nunca tanto como para ir a Carabineros y establecer alguna denuncia.
Los vecinos dicen que hace un mes, más o menos, vieron a un tipo pasearse en un auto y preguntar por él. Otros van más allá aún y aseguran: "Era el de los helados".
Lo cierto es que Hans Pozo terminó descuartizado y esparcido entre Puente Alto y San Bernardo.
Otra de las tesis que está manejando la policía es que el crimen se haya tratado también de una venganza, pero esta vez de una mafia de narcotraficantes.
Según esta versión,
Pozo habría robado a integrantes de una mafia, la que determinó ajustar cuentas con la víctima. Aquí la posibilidad de que más de una persona hayan participado en el crimen cobra fuerza.
De hecho, en la Villa La Cultura los vecinos se mostraron temerosos. No muchos querían dar la cara y decir lo que en verdad pasaba.
"Los narcotraficantes tienen la zona tomada", dice una mujer joven y nerviosa.
"Cuando mataron a mi hermano nadie hizo nada", comenta otra. "Casa por medio hay traficantes", dicen otros vecinos.
El miedo está latente en la villa, y probablemente no pase hasta que las policías den con el o los asesinos.