BRASILIA.- La Presidenta Michelle Bachelet, quien mañana llegará a Brasil en una visita de Estado, dijo a una revista brasileña que la transición en su país "está completa, pero no es perfecta".
Según la Mandataria el proceso que empezó tras el fin del régimen de Augusto Pinochet tiene "tareas pendientes", entre las que citó la reforma al sistema electoral, el reconocimiento de la identidad de los pueblos indígenas y una descentralización más profunda.
Bachelet dijo a la revista "Epoca" que el país que recibió de Ricardo Lagos "avanzó mucho gracias a una gran disciplina fiscal, a la estabilidad económica y política, y a una cohesión social muy fuerte".
Gracias a esos factores, consideró que Chile es hoy "un país de bajo riesgo, que atrae inversiones importantes y apuesta en un modelo exportador que ha dado buenos resultados".
Tareas pendientes
Entre las tareas sociales que tiene por delante, citó un "rápido refuerzo de la educación, mejorar la calificación de los niños, jóvenes y trabajadores y también sus salarios", además de aumentar la participación de la mujer en el mercado de trabajo.
Bachelet reiteró que su gobierno seguirá las mismas líneas de política exterior trazadas por Ricardo Lagos, fundamentadas en la búsqueda de una mayor integración con el resto de América Latina.
Indicó que las relaciones de su Gobierno con Estados Unidos son "buenas" y que el tratado de libre comercio firmado por Chile con ese país "va muy bien", por lo que no se plantea cambio alguno en ese sentido.
Admiración por Brasil
Bachelet llegará a Brasilia mañana, procedente de Paraguay, y el martes será recibida por su homólogo Luiz Inácio "Lula" da Silva en la que será su primera visita de Estado a este país.
Según la Cancillería brasileña, "la visita será una oportunidad para el intercambio de impresiones sobre los principales asuntos de la agenda regional e internacional".
Durante la estancia de la jefa de Estado chilena serán firmados acuerdos bilaterales en las áreas de ambiente, energía y consular.
En su entrevista con "Epoca", Bachelet confesó su admiración por Brasil, que comenzó cuando "tenía quince años" y estudió portugués porque "era fanática" de Roberto Carlos y otros músicos de este país.
Dijo que Lula, consciente de eso, le regaló recientemente una colección de cuarenta discos del cantautor y que ella misma le sorprendió durante un encuentro oficial, cuando cantó en portugués el himno nacional brasileño.