SANTIAGO.- Cuando faltan sólo tres días para el estreno en cines de la versión fílmica del "Código Da Vinci", la Iglesia católica chilena dejó en evidencia la preocupación que le genera tanto esta película como la reciente divulgación del denominado "Evangelio de Judas", al publicar una edición especial del Arzobispado con un vasto análisis de estos polémicos temas.
En el comienzo del texto, el Obispo Auxiliar de Santiago, Cristián Contreras, señala que en los días previos a la Semana Santa "hemos sido testigos, de la presentación, con gran despliegue publicitario" de un documental sobre el "Evangelio de Judas" y una película basada en el libro "El Código Da Vinci", los cuales "buscan sembrar sospechas acerca de nuestra fe".
"Sin duda estamos ante una industria que tiene un objetivo claro: buscar el lucro económico menoscabando y ridiculizando nuestra fe", agrega el prelado.
A continuación, el escrito, obra del sacerdote salesiano Vicente Soccorso, que fue distribuido ayer en diferentes iglesias de la capital, establece que el libro de Dan Brown es una novela "que por definición no es ni historia ni ciencia, y por lo tanto hay que leerlo y valorarlo como una ficción".
La novela se basa en descifrar el misterio de una conspiración que habría generado la Iglesia Católica junto al emperador romano Constantino, en el siglo IV, para proclamar a Jesús como hijo de Dios y ocultar a la descendencia que habría tenido fruto de una relación con María Magdalena.
Al respecto, el sacerdote señala que las afirmaciones de la obra no están documentadas y que ésta no tiene citas al pie de página o al final, por lo que todo lo que allí se afirma se fundamenta solamente en el hecho que el autor lo dice.
La figura de Jesús
Agrega que existen innumerables testimonios de los Padres de la Iglesia, anteriores a Constantino, que muestran sin sombra de duda que la Iglesia desde sus inicios ha considerado a Jesús como Dios.
"Desde comienzos del siglo II encontramos testimonios ajenos al cristianismo que afirman que los cristianos veneraban a Jesús como Dios. Además sólo el reconocimiento de Jesús como Dios puede explicar el martirio de miles de cristianos en las persecuciones desencadenadas contra ellos durante tres siglos antes de Constantino", indica.
Los evangelios
Además afirma que es falso que fue Constantino quien, en el siglo IV, hizo editar los cuatro Evangelios canónicos que hoy poseemos, haciendo desaparecer los "otros" evangelios que no convenían a sus planes políticos.
Según Soccorso, el autor desconoce que los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan figuran como los únicos Evangelios aceptados oficialmente por la Iglesia ya en el siglo II, casi 200 años antes que Constantino llegara a ser emperador de Roma. Asimismo asegura que Constantino no pudo cambiar el contenido de esos escritos sagrados, ya que eran conocidos y leídos desde hace siglos en todas las comunidades cristianas.
Los "errores" del libro
Luego hace un análisis de varios aspectos del libro que califica como errores y entrega la argumentación correspondiente:
-"Los primeros judíos creían que el sancta sanctorum en el templo de Salomón albergaba no sólo a Dios, sino a su poderosa equivalente femenina, la diosa Shekinah": El autor no conoce nada de lengua ni de tradiciones hebreas. La Shekinah es un término hebreo que significa literalmente la gloria, o sea la "manifestación" de Yahvéh. Los judíos creían que ésta residía en el templo de Jerusalén.
-"Los cristianos respetaban el sabath de los judíos, el sábado, pero Constantino lo modificó para que coincidiera con el día de la veneración pagana al sol": Los cristianos empezaron a considerar como día festivo el domingo, día siguiente al sábado en la semana judía, inmediatamente después de la resurrección de Cristo y no en tiempos de Constantino.
-"Esa era la razón de las cruzadas. Recopilar y destruir información (acerca de la descendencia de Cristo)": No existe ningún texto serio de Historia que interprete las cruzadas en el sentido del autor.
-"El matrimonio de Jesús con Magdalena está documentado históricamente": Si exceptuamos unas expresiones de los evangelios apócrifos, cuyo valor histórico sobre la figura de Jesús es prácticamente nulo, no se conocen documentos históricos que apoyen estas afirmaciones.
-"Para la elaboración del Nuevo Testamento se tuvieron en cuenta más de 80 evangelios": Nunca existieron tantos evangelios. Más allá de los evangelios gnósticos, no se sabe de dónde sacó el autor más evangelios.
A juicio de Soccorso, el éxito de la novela se explica porque Dan Brown supo captar ideas de la cultura actual -como una religiosidad vaga, el culto a la naturaleza y el feminismo, entre otros- y las presentó en forma atractiva para el lector.