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Sociólogo: Secundarios representan "el primer movimiento social" en democracia

Manuel Antonio Garretón cree que los estudiantes han logrado un nivel de organización y una transversalidad que no se habían visto hasta ahora.

02 de Junio de 2006 | 10:39 | Francisco Álvarez, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- La opinión del sociólogo Manuel Antonio Garretón frente al conflicto estudiantil es clara: éste es "el primer movimiento social" que se vive en democracia, tiene poco que perder y ya ha logrado un importante triunfo: poner en el tapete de la discusión el tema educacional.

El profesor de las universidades de Chile y Diego Portales argumenta que es un movimiento que "va más allá de reivindicaciones sobre temas concretos, sino que apunta a dos grandes cuestiones, que son propias de los movimientos sociales: por un lado a la reforma del marco institucional, y en segundo lugar al cambio en el sentido de la educación".

Los jóvenes, sostiene, no sólo se encuentran bien organizados, sino que además plantean demandas concretas y muy importantes, logrando una transversalidad que va incluso más allá de los colores políticos, sociales y económicos.

Garretón cree que el problema no es sólo la calidad e inequidad de la educación, y tiene su fundamento en un profundo cuestionamiento al sentido de la educación y de la institucionalidad en que está basada, elemento que será clave en el desarrollo del conflicto.

Y es precisamente este punto el que le parece más importante. "Lo que se está criticando fuertemente es algo heredado del régimen militar y que es defendido por la derecha. Éste es el principal nudo que se va a ir revelando una vez que haya pasado el conflicto inmediato".

Problemas

Uno de los elementos que le da fuerza y que los diferencia de otros movimientos es que los estudiantes no tiene grandes cosas que perder, a diferencia, por ejemplo, de los empleados, que si van a paro cinco días, pierden un cuarto de su sueldo.

Por ello, se "hace muy difícil la negociación con ellos", elemento al que se suma que los demandantes ya no son juventudes políticas, el clásico actor con el que está acostumbrado a negociar el Gobierno, afirma Garretón.

"Aquí hay un aprendizaje por parte del Gobierno y de la clase política. Y también un aprendizaje lento y complicado por parte del movimiento estudiantil de cómo se hace política y cómo se negocia", ya que a pesar de que están organizados, éste es un terreno nuevo para ellos.

Además advierte a los estudiantes que uno de sus principales problemas en el corto plazo puede ser la prolongación del conflicto, ya que ésto "significaría el desgaste del movimiento, la posible degradación o la aparición de fragmentaciones".

Siente que los secundarios ya dieron un gran paso adelante. "Creo que ya no es posible mantener el sistema educacional tal cual, o sea que ya el movimiento estudiantil secundario puso el tema de la transformación educacional y es un tema que no tiene vuelta atrás. En ese sentido ganaron."

¿Parecido a Francia?

Y aunque algunos lo comparen con las históricas protestas de Francia en 1968, Garretón es claro: no hay grandes similitudes.

"Es muy distinto. Primero, allá el movimiento era universitario", advierte, y aclara que una de las principales características del movimiento estudiantil que se gestó en Chile es que fue comenzado por secundarios, lo que lo diferencia de los anteriores, ya que en la historia reciente, "los principales movimientos estudiantiles habían sido encabezados por universitarios".

Segundo, continúa, "todas las universidades francesas son instituciones públicas y además había una profunda crítica social al Gobierno que había conseguido crecimiento económico pero no redistribución", lo cual no sucede acá.

No obstante, plantea que al igual de lo que sucedió en Francia, este movimiento puede generar un cambio en la sociedad, claro que no de la magnitud que alcanzó en París, porque "allá fundamentalmente se produjo una revolución cultural".
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