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El calor se ha hecho sentir en la capital. (Fotos: José Alvújar, El Mercurio) |
SANTIAGO.- Si pensó en guardar los paraguas o los abrigos, no se apresure porque la ola de calor que afecta a la zona central del país sólo se extenderá hasta mañana y para el viernes la Dirección Meteorológica espera que se produzcan chubascos.
Entre hoy y mañana las temperaturas podrían elevarse hasta los 23º o 24º alrededor de las 16:00 horas y durante un espacio de tiempo reducido. El fenómeno es inusual considerando que en julio la máxima climatológica es del orden de los 14º.
El veranito de San Juan comenzó a presentarse a partir del domingo en varias ciudades del país, especialmente en el Norte Grande, donde en Calama se registraron treinta grados ayer, en Santiago, en Valparaíso y también en Rancagua.
Según el meteorólogo, Luis Salazar, de la Dirección Meteorológica, la ola de calor se debe a la presencia de una masa de aire subtropical, que produce sequedad en el aire o baja humedad relativa, lo que hace que las temperaturas se eleven. A eso se suma una compresión del aire que genera un calentamiento extra.
La oscilación térmica, es decir, la diferencia entre máxima y mínima, también ha aumentado mucho, ya que durante el día la atmósfera se calienta bastante y en la noche se enfría considerablemente.
Respecto a cómo influye este fenómeno en la calidad del aire, el experto señala que, al contrario de lo que pudiera creerse, las condiciones mejoran durante estos días de calor. Esto se explica porque la capa de inversión térmica -que aprisiona todos los años a la capital disparando el esmog- se quiebra a raíz del calentamiento en la superficie, permitiendo una buena ventilación de la cuenca del valle central.
Sin embargo, esas condiciones sólo se mantienen por alrededor de dos o tres horas, pues cuando la superficie empieza a enfriarse la ventilación vuelve a ser mala.
Salazar afirmó que el viernes las condiciones meteorológicas deben normalizarse e incluso se esperan lluvias para la RM, pero de menor intensidad. Agregó que para el sábado también hay una posibilidad de chubascos.
En cuanto al panorama que deberán enfrentar los centros de esquí de la zona central, el meteorólogo tiene buenas noticias, pues aseguró que el 2006 va a estar dentro de los rangos normales de precipitación y a mediados de julio deberían ingresar los sistemas frontales que permitan acumular una nueva carga de nieve.
