SANTIAGO.- Los fumadores de Chile, que tiene una de las mayores tasas de tabaquismo de América Latina, disfrutan este fin de semana de sus últimos cigarrillos aspirados en libertad, antes de las restricciones que entrarán en vigencia el lunes con la nueva ley "antitabacos".
Las disposiciones, aprobadas por el Parlamento y la presidenta Michelle Bachelet, prohibirán fumar en lugares públicos y pondrán trabas a la publicidad de tabaco.
En cines, centros comerciales, restoranes, teatros y otros recintos, grandes letreros advierten ya a sus visitantes que a contar de este lunes no podrán encender un cigarrillo o una pipa mientras esperan una función, se toman un café o conversan animadamente después de una cena.
Bajo la presión de la ley, los bares y restoranes con menos de 100 m2 de superficie deberán elegir entre funcionar como locales "para fumadores" (en cuyo caso no podrán aceptar el ingreso de menores de 18 años) o "no fumadores", mientras que los recintos de mayor tamaño tendrán que acondicionar áreas destinadas a unos y otros, con ventilación que aleje el humo.
"Acá todos nuestros clientes fuman", asegura María Antonieta mientras despacha aromáticos ’capuccinos’ y ’expressos’ para los comensales de la pequeña "Casa de café", en el céntrico Paseo Bulnes, a escasas cuadras del Palacio de La
Moneda.
Por eso, explica, optaron por declarar su local "para fumadores". "De lo contrario se nos va la clientela", confiesa.
Lo mismo decidieron en la concurrida cadena de establecimientos "Café Haití", cuyos locales cada día se repletan de oficinistas y ejecutivos que alternan entre cálidas pociones de café, conversaciones y cigarrillos, sumidos en una pesada atmósfera.
"Aquí los viejos fuman como locos", grafica Carlos, un funcionario público que todas las mañanas llega hasta el "Café Haití" del céntrico Paseo Ahumada.
Frente a esa evidencia, los nueve locales de la cadena en el centro de Santiago reciben a sus clientes con un anuncio que los dejará libres de las inminentes restricciones: "Aquí podemos fumar".
Eso sí, el letrero advierte que está prohibido el ingreso a los menores de 18 años.
"¿Y si viene un papá con sus hijos? Es discriminación, pero tendré que ponerme firme y no dejarlos entrar", comenta Pedro, administrador de uno de los cafés atendido por atractivas jóvenes con trajes cortos y ceñidos.
"Ése es uno de los objetivos de la nueva ley, que los niños no se conviertan en fumadores pasivos", explicó a la AFP el médico Fernando Muñoz, que como jefe de prevención de enfermedades del Ministerio de Salud participó en su diseño.
Por eso, las nuevas normas prohibirán la venta de cigarrillos a menores de 18 años y la venta en locales a menos de 100 metros de los colegios, en un intento por detener el avance de este hábito entre los jóvenes.
40% de los jóvenes chilenos fuman
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 40% de los jóvenes chilenos de entre 13 y 15 años son fumadores, una de las tasas más altas de América Latina.
Por esta razón, Muñoz explica que Chile quiere reeditar lo sucedido en otros países que han aplicado fuertes restricciones al consumo de tabaco, donde efectivamente se registraron cambios en los hábitos.
Chiletabacos, la principal distribuidora y comercializadora de cigarrillos en el país, afirmó que aspectos de la nueva ley son "discriminatorios" y favorecen el contrabando. Pero ante la inminencia de su aplicación se manifestó dispuesta a cumplirla.
Tampoco será posible fumar en oficinas con más de 10 personas, y los paquetes de cigarillos llevarán una advertencia expresa y destacada sobre el peligro del tabaco, que cada año provoca 14.000 muertes en Chile, según el Ministerio de Salud.
Para que se cumpla, la ley contempla un sistema de fiscalizadores y multas. Los infractores podrían llegar a pagar hasta 57.000 dólares y verse obligados a cerrar sus locales por 30 días.
Y los fumadores que insistan en hacerlo en lugares prohibidos, aunque les hayan advertido que no pueden, tendrán que entenderse con la policía y afrontar las consecuencias ante un tribunal.