SANTIAGO.- El presidente del Colegio Médico, doctor Juan Luis Castro, defendió hoy la labor de los bancos de sangre de los recintos asistenciales públicos y privados, y aseguró que funcionan de manera rigurosa en los controles.
El dirigente agregó que el caso de los menores contagiados de hepatitis B después de someterse a transfusiones, es un caso muy grave, pero puntual.
En conversación con radio Infinita, Castro indicó que es normal el traspaso de bolsas de plaquetas o glóbulos rojos entre hospitales y clínicas cuando es necesario, pero que todo se rige por un sistema sumamente normado.
"Las cosas en la práctica funcionan súper bien y con toda la seguridad, pero aquí estamos frente a un hecho doloso, en el sentido de que hubo la intención de sustraer sangre con un fin comercial. Pero no es por una falla en los sistemas de vigilancia y control de cómo se procesa la sangre", aseguró Castro.
Al respecto, el facultativo explicó que cuando una persona dona sangre, se realiza un cuestionario sobre su salud, además de seis pruebas que determinarán si realmente la sangre es apta para ser trasfundida.
En este punto, señaló el médico, se funda la sospecha sobre el funcionario que comercializó la sangre contaminada, ya que "una persona que está trabajando en el sistema y conoce cómo opera, puede sacar sangre destinada a proceso de eliminación y ser destinada a otro fin, como en este caso, donde inescrupulosamente se ha trasfundido a otras personas".
Por ello, reiteró que "no es que haya una suerte de tránsito de unidades de sangre del sistema público al privado sin que nadie sepa su destino. Es exactamente riguroso y eso ocurre y ha funcionado durante muchos años muy bien".