SANTIAGO.- Cerca de 20 trabajadores y dirigentes del transporte público que quedaron fuera del Transantiago se tomaron el Palacio Ariztía, donde funciona la Cámara de Diputados en la capital, para exigir una solución a su situación.
A juicio de los manifestantes, al quedar fuera de este proyecto, han sufrido una importante daño en su previsión y en su actividad empresarial.
Además denunciaron importantes irregularidades en el proceso de asignación de los tramos que se adjudicaron las empresas transportistas, por lo que buscan que la Cámara de Diputados establezca una comisión investigadora.
En dicho palacio, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, junto a diversos parlamentarios intentan ingresar para dialogar con los sujetos.