El juez español a su llegada a Chile (Foto: Juan Francisco Somalo). |
SANTIAGO.- El juez español Baltazar Garzón, quien se hizo célebre por su rol en la detención de Augusto Pinochet en Londres en 1998, llegó esta mañana a Chile.
Fiel a su estilo, Garzón hizo escuetas declaraciones para expresar su satisfacción de estar en suelo chileno:
"(Llego) con mucha ilusión, y muy a gusto de estar aquí en Chile".
A partir de hoy, el juez español, quien logró que la Justicia británica detuviera al general (r) Augusto Pinochet, obligándolo a estar más de año y medio arrestado en Londres por los delitos de genocidio, torturas y terrorismo, estará seis días en Chile.
Más tarde, Garzón habló en una conferencia de Prensa y ante la consulta de si se sintió burlado cuando el general (r) Pinochet volvió a Chile y se paró de su silla de ruedas a saludar a sus partidarios, dando muestras con ello de que su salud no era tan delicada, contestó que
"las burlas, si usted considera que se produjeron, creo que fueron hacia las víctimas y no hacia el juez que había cumplido su obligación".
Agregó que él siempre estará de parte de las víctimas.
El magistrado de la Audiencia Nacional de España
se reunirá con el retirado juez Juan Guzmán, decano de Derecho de la Universidad Central y uno de los principales promotores de la visita del hispano.
Guzmán fue el primer juez que en Chile encausó a Pinochet por violaciones a los derechos humanos a raíz del caso Caravana de la Muerte, investigación que finalmente la Corte Suprema descartó por las condiciones de salud mental del ex gobernante.
Además, Garzón visitará el Patio 29 del Cementerio General de Santiago, donde tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 fueron enterrados ilegalmente decenas de opositores al régimen.
También el juez se reunirá con la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, que aglutina a casi un centenar de organizaciones humanitarias y sociales.
Garzón viajará además a La Serena, donde será declarado Hijo Ilustre.
Visita a Aysén
En su última actividad oficial, Garzón se trasladará a la austral localidad de Aysén, 1.700 kilómetros al sur de Santiago, invitado por los familiares de 12 jóvenes que murieron en extrañas circunstancias entre 1997 y 2001.
A pesar de que las versiones oficiales apuntan a suicidios, los deudos no aceptan esta tesis y continúan afirmando que sus hijos fueron asesinados y que los crímenes no han sido aclaradas por la Justicia.