Carta completa de los diputados socialistas
El Secretario General de la OEA recibió una severa crítica de Aguiló y Henríquez-Ominami (Foto: Gonzalo López). |
SANTIAGO.- Los diputados socialistas Sergio Aguiló y Marco Enríquez-Ominami agitaron esta mañana las aguas de su partido al criticar en duros términos la reciente visita del Secretario General de la OEA por medio de una carta que titularon "Las funestas vacaciones de José Miguel Insulza".
En una extensa misiva hecha llegar a los medios de comunicación, ambos parlamentarios rechazaron el tono de candidatura presidencial que tomó la visita de Insulza: "En pocos días logró reunirse con autoridades, dirigentes, amigos y muchos, pero muchos periodistas, con un único propósito: que quedara claro que él estaba 'disponible para un desafío presidencial'".
Y continúan subiendo el tono, "por tanto
nadie cree en las famosas vacaciones del Secretario General de la OEA, que son las más trabajadas, regadas y comidas, que se conozcan".
A juicio de estos parlamentarios del PS, la "insólita proclamación de Insulza dio lugar a que "ambiciosos y ambiciosas" se sumaran a la lista de los diponibles para competir por la Presidencia en 2009.
Así, mencionan a Pablo Longueira, a Soledad Alvear e incluso a Eduardo Frei. "Más hábil, el otro presidenciable, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se presenta como un consejero leal y prudente del gobierno", dicen.
Molestos, ambos diputados añaden que la presencia de José Miguel Insulza en el Consejo General del PS terminó convirtiéndose, "de manera más inducida que espontánea, en una especie de proclamación de su candidatura presidencial de nuestro partido, sin ninguna consideración por la opinión de los militantes y los órganos facultados para tal fin".
Frente al fuerte apoyo recibido por Insulza, declaran que
"lo curioso es que muchos parecían no recordar que este mismo ex ministro fue abucheado cuando defendió el derecho de los Tribunales chilenos para juzgar a Augusto Pinochet, salvándolo de la justicia y en particular de la justicia internacional. Los últimos hechos criminales y de malversación de fondos públicos, llevados a cabo por el ex dictador, prueban lo errado de la tesis del ex ministro del Interior".
En otro pasaje de la carta dicen que "José Miguel" forma parte de la facción de los ex militantes del partido "que siempre han tenido un exacerbado amor por el poder".
Según los diputados, a este grupo se suman, en la actualidad,
los seguidores y colaboradores del gobierno de Ricardo Lagos, que se sienten marginados del poder por el equipo de la Presidenta Bachelet.
"¿Acaso creían que los puestos públicos eran eternos, como si fuera su coto personal de caza? Desde hace meses, despechados, comenzaron a crear Fundaciones y grupos de reflexión, o a ocupar directorios de empresas privadas", disparan los parlamentarios.
Encuentro con Lavín
Uno de los pasajes de la misiva está dedicado al encuentro que sostuvieron Insulza y el ex candidato presidencial Joaquín Lavín en una universidad.
"No satisfecho con los aplausos de sus amigos incondicionales, Insulza busca dialogar con Joaquín Lavín repartiéndose, sendas apologías sin ningún pudor", señalan.
Y luego agregan que "Joaquín, ditirámbicamente (alabanza exagerada), coloca a José Miguel Insulza el título de 'gran estadista' y, este a su vez, le recuerda que luego será 'repicado por bichito de la política' para el bien de la patria. Como decía Nicanor Parra, 'la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas'".
Crítica interna
Como siempre ocurre en estos casos, reflexionan los autores de la carta, "hay algunos patos de la boda en este periplo del Secretario General de la OEA: la primera, la Presidenta, Michelle Bachelet, que quedó sola, luchando con los conflictos sociales y la dificultad de encontrar una coherencia en su gabinete ministerial".
La segunda, sostienen, es la política, "que es mirada con recelo por la ciudadanía, cuando se convierte sólo en tecnocracia, burocracia y, sobre todo, farándula".
Por último, afirman,
el Partido Socialista que, "como el rey desnudo, se presenta desprovisto de dignidad, prestándose para juegos de muy bajo vuelo doctrinario y moral".
"No podemos concebir la política como técnica de poder: sin ética, sin sueños, sin proyectos, sin solidaridad, sin lealtad, aislada y alejada del movimiento social, elementos sin los cuales el gobernar se transforma en una tarea burocrática,
en la cual reinan los ambiciosos y tecnócratas, incapaces de anticiparse a los conflictos y visualizar las necesidades de los sectores más desfavorecidos", recalcan.