SANTIAGO.- Las duras críticas que los diputados socialistas Marco Enríquez-Ominami y Sergio Aguiló realizaron contra el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, por su último viaje a Chile, no cayeron bien dentro de la colectividad de Camilo Escalona.
Así al menos lo reflejaron, en conversación con Emol, la ex candidata a la presidencia de ese partido, Isabel Allende, y el diputado Carlos Montes.
"No veo por qué razón se critica el que José Miguel (Insulza) haya hecho lo que haya querido con su tiempo libre", dijo la parlamentaria.
Según la diputada, el ex canciller vino a Chile porque así lo tenía programado y si el tema de los precandidatos presidenciales salió a la luz es responsabilidad exclusiva del timonel socialista, Camilo Escalona, quien lo planteó durante el último Consejo General del partido.
"Iba a estar dos semanas acá con diferentes compromisos y está en su derecho. Otra cosa es que el presidente del partido haya propuesto que pongamos sobre la mesa los candidatos", afirmó Allende asumiendo una férrea defensa del ex ministro de Relaciones Exteriores.
A su juicio, "quien cometió el error fue el presidente del partido, porque con ese llamado supuestamente a ordenar lo único que ordenó fue acelerar la carrera presidencial".
Por su parte, el diputado Carlos Montes calificó como "una imprudencia" y algo "absolutamente innecesario" las declaraciones de Marco Enríquez-Ominami y Sergio Aguiló sobre la visita a Chile del Secretario General de la OEA.
Según Montes, este tipo de aseveraciones demuestran "una falta de reflexión del significado de las cosas", ya que "en política uno no sólo se pronuncia de acuerdo a los instintos que tiene, sino que también considerando la implicancia que eso tiene".
Por esta razón, agregó, "hay que pensar de qué manera lo que uno hace ayuda a los objetivos generales más que darse estos gustos".
Para el diputado socialista, estas opiniones son una reacción exagerada que se generó tras los aplausos que recibió José Miguel Insulza durante el último Consejo General del PS, y que de alguna manera fueron "sobreinterpretados" por la prensa.
Pese a la polémica, ambos parlamentarios consideran que en su partido no existe una división, "porque nadie ha proclamado a Insulza", y que sólo hay diferencias de opinión.