(Foto: El Mercurio) |
SANTIAGO.- Joaquín Lavín pidió hoy a la derecha y a quienes colaboraron con el Gobierno Militar de Augusto Pinochet hacer un mea culpa y realizar "también nuestro 'nunca más'".
"Siento que las personas que adherimos al Gobierno Militar también tenemos que decir que tuvimos anteojeras ideológicas y que no vimos, o no creímos, muchas de las cosas que nuestro Chile estaba viendo o estaba viviendo en ese momento", planteó Lavín durante una exposición que hizo en la universidad jesuita Alberto Hurtado.
Agregó que "tenemos que hacer también nuestro 'nunca más'", en alusión al reconocimiento que hizo hace unos años el ex Comandante en Jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura del general Pinochet, entre 1973 y 1990.
Es primera vez que el dirigente derechista hace un mea culpa, aunque anteriormente había admitido y reprochado las violaciones a los derechos humanos. Lavín fue algún tiempo funcionario del Gobierno Militar.
El reconocimiento de Lavín, quien también ahora es partidario de modificar el sistema electoral binominal, fue alabado por el ex ministro del Interior durante el Gobierno anterior, Francisco Vidal, actual director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Alberto Hurtado.
Vidal, quien había invitado a Lavín a exponer su visión, dijo que esto "ayuda al reencuentro entre los chilenos".
Lavín en los últimos meses ha evolucionado a posiciones más moderadas que las de su partido y ha tenido diferencias con la dirigencia por sostener que "Chile necesita perfeccionar su democracia" y modificar el sistema electoral.
"Desafección" con Pinochet
Esta no es la primera vez que Joaquín Lavín marca su distanciamiento con la postura que tradicionalmente han mantenido los ex colaboradores del régimen militar.
En mayo de 2005, cuando era candidato presidencial de la Alianza, Joaquín Lavín ahondó su distanciamiento con la figura del general (r) Augusto Pinochet, después de conocer hechos como los revelados por el informe sobre la tortura y las millonarias cuentas del ex gobernante en el Banco Riggs.
En esa oportunidad, Lavín reconoció que sentía una "desafección profunda", y que si tales asuntos se hubieran conocido en 1988, Pinochet no habría podido ser candidato en el plebiscito del "Sí" y el "No".
Asimismo, insinuó que el 43% de los chilenos que apoyó a Augusto Pinochet en ese momento no conocía esos hechos. Y al ser consultado si él se habría mantenido dentro de ese porcentaje, respondió que "sabiendo los antecedentes que hoy día hay, obviamente no".
Lavín marcó así lo que él mismo calificó como
"lejanía cada vez mayor" con Pinochet, en una entrevista del Canal Regional de la Octava Región.
"Se ha roto una tradición de los Presidentes de Chile, en que ellos eran personas que se iban para la casa más pobres que cuando asumieron la Presidencia. Ésa es la tradición que me gustaría que se mantuviera en el futuro", manifestó el otrora candidato aliancista.
Después de declinar calificarse como "decepcionado", el abanderado opositor de ese entonces insistió en que "siento una desafección cada vez mayor con lo que fue ese periodo de nuestra historia y tengo un compromiso personal, que creo que comparten todos los chilenos, de que esas cosas nunca jamás vuelvan a pasar en Chile".
