TEMUCO.- Un joven ladrón de un parroquia deberá asistir durante un año a misa, luego de que así lo determinara un juez.
El estudiante Claudio Araneda, de 18 años, deberá pintar la parroquia y asistir a misas dominicales durante un año por haber robado hace unos meses cuatro cilindros de gas.
Junto a dos amigos, menores de edad, sustrajeron las especies y las vendieron por 40 mil pesos.
Como el muchacho resultó conocido del párroco de la localidad, el sacerdote propuso la insólita condena, la que fue acogido por el juez de garantía de Collipulli. En tanto, sus amigos no fueron condenados por ser menores de edad.
El sacerdote argumentó su petición señalando que "hay que dar alternativas a los jóvenes para que reparen los daños".