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Las caídas que trizaron al PPD

El anuncio del senador Fernando Flores de suspender su militancia es el punto cúlmine de una serie de hechos que derivaron en una profunda crisis partidaria desatada a raíz del escándalo en Chiledeportes.

07 de Noviembre de 2006 | 11:54 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- El remezón político que generó ayer el senador Fernando Flores al anunciar la suspensión de su militancia en el PPD es uno más de los capítulos que profundiza la fuerte crisis desatada en la colectividad, a raíz del escándalo en Chiledeportes, al que han sido vinculados varios integrantes del partido.


Los primeros antecedentes del conflicto se remontan al jueves 19 de octubre, cuando la Contraloría General de la República dio a conocer un informe en el que daba cuenta de la detección de irregularidades en 70 proyectos en la repartición fiscal por cerca de $ 474 millones. Las anomalías abarcan, entre otros, proyectos no realizados, problemas administrativos, fiestas para funcionarios con recursos para fines deportivos y hasta identidades falsas de presuntos beneficiarios.


La bomba explotó en la sede del PPD cuando un documento que comprometía a dos de sus militantes, el destituido director metropolitano de Chiledeportes, Orlando Morales, y su jefe de gabinete, Andrés Farías se filtró a la prensa. El e-mail, fechado el 14 de agosto, contenía 10 planillas excel que incluían una lista de "compromisos de asignación directa" por $175 millones, de los cuales $ 36 millones se repartían entre 10 diputados del PPD para que financiaran iniciativas deportivas en sus distritos.


El derrumbre de un peso pesado


Poco después se hizo público que una de las empresas investigada por supuestas vinculaciones con el desvío de fondos estaba relacionada con el senador del PPD Guido Girardi. El parlamentario reconoció haber usado dos facturas de la firma "fantasma" Publicam -por un total de $ 24 millones-para "dar soporte legal" y justificar el pago de los brigadistas de su campaña electoral, que no tenían boletas.


Luego otra empresa con anomalías apareció en la rendición del parlamentario que se entregó al Servicio Electoral. De acuerdo al balance, Girardi pagó $23,8 millones a la firma Aymond por proveer personal para instalar propaganda. Su dueño, José Miguel Bagioli, avaló la versión del comando en una declaración notarial. Sin embargo, después dijo que no le constaban los trabajos y que había perdido dos facturas.


Otra acusación surgió cuando José Miguel Ponce negó haber arrendado una casa como sede del comando de Girardi en Santiago Centro. Según la rendición de pagos del senador, el hombre recibió 900 mil pesos a cambio. Su hermana Carmen Ponce -asesora de un parlamentario del PPD- dijo que fue ella quien arrendó el inmueble y que dio el RUT de su hermano.


Con el correr de los días dos nuevas denuncias en contra del senador remecieron al PPD. La primera de ellas la hizo la ex secretaria del partido Nora Pérez, quien desmintió que arrendara su casa por $1.200.000 para almacenar material de propaganda del senador, según consta en la rendición. Además dijo haber sido presionada por Girardi para que no revelara este antecedente.


La segunda, la realizó la presidenta del PPD en Cerrillos, Gabriela Cáceres Tobar, quien desmintió que haya arrendado una sede para trabajo de comando de campaña en su comuna, supuesta operación por la cual el senador justificó $900 mil ante el Servicio Electoral.


El quiebre interno


Las nuevas revelaciones generaron gran desconcierto en el PPD. La propia directiva reaccionó primero con molestia, pero luego dio un giro y entregó respaldo total al parlamentario. La explicación es que en círculos de la directiva se sospecha que detrás de las denuncias estaría la disidencia a la mesa, sector que encabeza el senador Fernando Flores.


Esto explica que el presidente Sergio Bitar -que en principio dijo que Girardi, y no él, es quien debía dar explicaciones- poco después señalara que respecto del senador "existen algunos interesados en hacer una operación de daño sistemático a su imagen política".


Estas declaraciones provocaron la cancelación de las conversaciones que sostenía la disidencia con la mesa en casa del timonel.


El factor Flores


La pugna interna tuvo su punto cúlmine ayer cuando Flores, en un fuerte gesto de protesta por el respaldo de la directiva a Girardi, envió una misiva a Bitar comunicándole su decisión de suspender su militancia de la colectividad.


Sin mencionar a Girardi, el líder de los disidentes afirmó en la carta que "los cuestionamientos a la rendición de cuentas electorales están dañando profundamente el prestigio del partido y la política, el que sólo puede ser restablecido sobre la base del compromiso irrestricto con la verdad, lo que es incompatible con defensas corporativas".


"En estas circunstancias -agregó-, deseo tener la más plena libertad para obrar del modo en que mi conciencia me indica, lo que considero incompatible con tareas directivas".


Asimismo advirtió que si "la suspensión de la condición de militante no procede, ruego considerar la presente como renuncia".


Junto con enviar el documento, Flores filtró que tomó la decisión de investigar seis denuncias que habría recibido en contra de Girardi y otros personeros del partido. Por ello, en las próximas 48 horas anunciará la constitución de un equipo de cinco abogados para realizar las correspondientes indagaciones.


Así, a menos que se logre un acuerdo, la fractura en el PPD podría transformarse en una guerra que remueva definitivamente los cimientos de la colectividad.

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