SANTIAGO.- Dos conocidas opositoras al régimen de Augusto Pinochet reaccionaron con tranquilidad frente a su muerte, pero señalaron enfáticamente que exigirán que no se le rinda ningún tipo de honores en sus funerales.
La abogada Pamela Pereira, hija de uno de las víctimas encontradas en el Patio 29 e inclaudicable defensora de los derechos humanos relató: "Tengo una enorme sensación de tranquilidad; de ver que por fin ya no está una persona que quebró este país y que fue el responsable de crímenes horrorosos. Por fin de da la vuelta a una página fatídica de la historia de Chile".
Según su opinión, no corresponde "que se le rinda ningún tipo de honores a la persona de Pinochet, porque nadie que haya cometido los crímenes que el cometió merece ningún tipo de respetos. No hay ninguna legislación que obligue a que sea enterrado con distinciones especiales".
Agregó que no le parece que el Ejército esté obligado a rendirle honores como ex comandante en jefe en sus exequias. "No creo que le corresponda hacerlo. Es más, pienso que mientras mayor sea la austeridad de sus funerales es mejor para el bienestar de Chile".
Respecto a las reacciones que se han producido fuera del Hospital Militar y la agresividad contra la prensa, Pamela Pereira dijo que "esas imágenes son una muestra clara del tipo de persona que murió, del odio que Pinochet logró entronizar en sus partidarios. No es más que su reflejo hasta el día de su muerte".
Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos manifestó la sorpresa que le causó la reacción de la gente en las calles. "El pueblo de Chile no olvida los crímenes cometidos por el dictador. No está celebrando su muerte como muchos dicen, sino mostrando su repudio frente a todos los horrores cometidos por él y su dictadura".
Coincidió con la abogada Pereira que no debe recibir ningún tipo de honores, porque "Pinochet degrada al Ejército" e informó que los opositores a Augusto Pinochet se reunirán en la Plaza de la Constitución, frente al monumento a Salvador Allende para "exigir" que sus funerales sean los de una persona común y corriente, sin ningún tipo de honores.