SANTIAGO.- "Chile es un país que está cada vez más abierto al mundo". Ése es el diagnóstico con que el canciller, Alejandro Foxley, inició esta mañana el balance de este año del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según afirmó, durante 2006 Chile ha seguido adelante con su estrategia de "regionalismo abierto", la que se ha visto reflejada en iniciativas como las asociaciones estratégicas con España, México y Brasil.
Con este último país, el Gobierno acordó en la Cumbre Sudamericana de Naciones que se realizó en Cochabamba "aumentar la intensidad de los acuerdos", para coordinar acciones conjuntas frente al tema energético donde "ambas naciones tienen vulnerabilidad" y pretenden independizarse, reconoció Foxley.
Además, el secretario de Estado adelantó que está en los planes del Gobierno firmar el próximo 27 de marzo el Tratado de Libre Comercio con Japón, cumpliendo así con lo que -según el canciller- será el "sello distintivo" de la política exterior de la Presidenta Michelle Bachelet: "volcarse hacia el Asia-Pacífico con todas las energías de este Gobierno".
Para los años 2007 y 2008 la prioridad será generar una estrategia de mayor envergadura que permita la asociación económica y comercial entre Asia-Pacífico y "todo Sudamérica", principalmente enfocada en las empresas de los países de la zona.
Foxley enfatizó en que Chile pretende "aprender" de la experiencia de otras naciones, como Australia, Noruega y Finlandia.
Prioridades en América Latina
Dentro de las prioridades en la región, Foxley destacó la necesidad de avanzar en la asociación con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), donde se pretende "salir de los discursos" para concretar iniciativas.
Y frente al tema energético, el canciller señaló que "estamos cansados de la retórica. Se habla de que tenemos que integrarnos y eso ha ocurrido muy poco. Lo que ha habido es una disputa entre los proveedores y demandantes", dijo Foxley.
Sin embargo, aún considerando lo anterior, la Cancillería hizo un positivo balance del año 2006, por ejemplo en la relación con Perú, donde se afirmó que hubo "un vuelco histórico en la relación. Firmamos un TLC e instalamos una comisión de integración social", sostuvo Foxley, quien adelantó que se acordó trabajar en la creación de una fuerza militar conjunta entre ambas naciones para participar en misiones de paz de la ONU.
Relación con Argentina: "Sabemos los problemas que ha habido, pero ya hay en marcha siete comités de integración y además estamos trabajando en el ferrocarril Trasandino (...). Con Argentina se ha seguido conversando, pero la decisión de Chile es muy clara: no queremos depender más del suministro de un solo país".
Relación con Bolivia: "Está en marcha la agenda de 13 puntos. Tuvimos una muy buena reunión en Cochabamba".
Carnes a Japón: "La reacción en Chile del Gobierno y de la autoridad regulatoria fue lo que había que hacer. El peor daño que se le puede hacer a un país globalizado es que un productor inescrupuloso falsifique certificados para tratar de entrar a otro país".
Votación ONU-Venezuela: "Estamos muy satisfechos con cómo terminó el proceso. Panamá es un país cercano. No es ningún misterio que el proceso dentro de Chile fue largamente discutido y a ratos pareció muy conflictivo, pero fue una buena decisión que la Presidenta se tomara el tiempo para decidir. Y si Chile se abstuvo fue para conseguir con ello un candidato de consenso".
Tropas chilenas en Haití: "Esperamos tener suficiente capacidad de persuasión frente a los senadores de derecha para que se comprenda que parte del capital de un país en el mundo es que genere prestigio en el plano multinacional. Debe haber solidaridad con un país extremadamente pobre como Haití".
Muerte de Pinochet: "El Gobierno hizo lo que tenía que hacer. Es un tema superado, es un tema del pasado. Pero Chile para tener éxito en el exterior necesita un alto grado de unidad, necesita abandonar el lenguaje de la guerra. De repente parece que los sectores de la oposición estuvieran dirigiendo una empresa de demoliciones".