SANTIAGO.- Falta de tiempo o de dinero no son excusas para quedarse en la casa durante este verano. Esto, porque diferentes panoramas veraniegos son los que se desarrollan en Santiago y sus alrededores, sin envidiarle mucho a los viajes playeros.
Un clásico en los veranos capitalinos son las piscinas del Cerro San Cristóbal: Tupahue y Antilén (que tienen 41 y 31 años de antigüedad respectivamente).
La piscina Tupahue (con 82 metros de largo por 25 de ancho) es la primera de las piscinas que se encuentra al subir por el cerro. Ocupa un terreno de 4 mil metros cuadrados y entre sus atractivos está la cascada artificial y la gran vegetación para refrescar aún más las calurosas tardes santiaguinas. Está abierta de martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas. (Precios: $5.000, niños: $3.000).
Mientras, en la cumbre se emplaza la piscina Antilén (92 metros de largo por 25 metros de ancho), situada a 800 metros sobre el nivel del mar. Desde sus terrazas, que tienen una capacidad para 1.500 personas, se puede tener una vista panorámica completa de Santiago. Disponible de miércoles a lunes, de 10.00 a 19.00 horas. (Precios: $6.000, niños: $3.000).
Alternativas más económicas ofrece Las Condes. Entre ellas destaca Anakena, un conjunto de cuatro piscinas recreativas con toboganes, salvavidas y arena, donde especialmente los niños pueden divertirse. Los vecinos del municipio pueden conseguir sus invitaciones gratuitamente en los centros comunitarios; mientras que para el público de otros lugares debe cancelar $500. (Horario de atención, de martes a domingo, de 11.00 a 19.00 horas. Nueva Bilbao 9430, Las Condes.)
También por $500 pesos -de martes a domingo- se puede visitar la Pileta Recreativa del Parque Araucano, en Las Condes. Se emplaza en el mismo lugar donde antes estaba la piscina, con la diferencia que ahora tiene sólo 50 centímetros de altura y cuenta con juegos. Una opción especialmente dedicada al público infantil.
Este municipio cuenta además con otras alternativas económicas, como es el programa "Playa en familia", el que diariamente se realizan viajes gratuitos a Punta de Tralca o Cartagena, por el día, previa inscripción en el municipio.
Un programa parecido tiene la municipalidad de Providencia, en donde las familias pueden hacer paseos por el día a Olmué, Algarrobo o el Cajón del Maipo. Por $7.000 por persona, los viajeros almorzarán y tomarán el té en la Hostería el Copihue de Olmué, Hotel Pacífico de Algarrobo o la Hostería Millahue, según la ciudad que se visite.
Una iniciativa diferente es la que promueve la municipalidad de La Florida. Enmarcado en su programa para discapacitados que se lleva a cabo en la Casa Punto de Encuentro, se encuentra la piscina habilitada especialmente para personas con discapacidad, con rampas y barandas. (Colombia 7990, Metro Vicente Valdés)
La idea es que junto con recrearse y refrescarse, quienes concurran a este centro realicen actividades con fines terapéuticos, guiados por un kinesiólogo del centro. La entrada es gratuita, con previo chequeo del kinesiólogo del recinto.
Mientras tanto, en Santiago la apuesta es divertir con deporte. Por eso, durante enero y febrero están abiertas las escuelas deportivas de tenis, tenis de mesa, gimnasia aeróbica, futbolito, futsal, y un programa de acondicionamiento físico especialmente dedicado al adulto mayor.
Estas actividades se desarrollan en diferentes plazas, parques y establecimientos deportivos de la comuna, y son gratuitas. (Información en Interior Parque O’Higgins -entrada por Rondizzoni- teléfono 5549138).
Programas para niños
Si de entretener a los niños se trata, los panoramas veraniegos al aire libre son variados. Una de las mejores opciones parecen ser –por su buena acogida entre la gente- los programas desarrollados por los municipios.
Uno de ellos es el de Las Condes, en donde por una inscripción gratuita, los niños –entre 6 y 15 años- pueden participar de diferentes actividades veraniegas, entre las que destacan talleres de baby fútbol, voleibol, básquetbol, teatro y talleres de pintura.
En La Florida también se desarrollan programas de verano especiales para los más chicos. Para ello, la municipalidad invita a los niños -entre 6 y 13 años- a participar de las Colonias de Verano, en las que durante cinco días los niños pueden disfrutar de actividades recreativas, piscina entretenida, juegos y deporte.
En Vitacura, la alternativa de verano son los cursos de buceo que se realizan en la piscina AcuaVita. La actividad está dirigida para niños entre 10 y 16 años, donde por un valor de $32.000, quienes se inscriban tienen derecho a ocho sesiones de clases con expertos (AcuaVita, Cleveland 8612, Vitacura).
Una opción para los niños que gozan con la computación es la que ofrece Vitacura. Las Expediciones Tecnológicas –para niños entre 7 y 12 años- hay cursos donde se les enseña a utilizar diferentes herramientas computacionales como PowerPoint, diseño de páginas web, uso de cámaras digitales y escáner. Los cursos son de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 horas y tienen un valor de $35.000 (con 10% de descuento para los hijos de socios del Club Vitanet).
Asimismo, Vitacura ofrece un programa para niños -de 4 a 13 años- donde según la edad hay distintas actividades artísticas y deportivas. La iniciativa se desarrollará en Casas Lo Matta (Avda. Kennedy 9350), desde el 1 al 14 de febrero, y tiene un costo de $32.000.
Otra de las alternativas son las que se ofrecen en los alrededores de Santiago, son los campamentos de verano para niños. Ideal para los papás que no tienen vacaciones y buscan entretener a los hijos.
El hotel Las Colinas de Cuncumen (a 70 minutos de Santiago) tiene el programa Campoaventura, donde acompañados de un equipo de monitores, los niños –entre 8 y 12 años- podrán disfrutar del campo.
El campamento dura 5 días y 4 noches, con servicio completo del hotel. Los precios varían según la cantidad de niños que inscriba cada familia. (Información de precios, formas de pago y fechas al 235 92 06).
Providencia también cuenta con estas entretenciones -en donde por $12.000- los niños entre 7 a 17 años- participan durante un mes de actividades al aire libre, lo que culmina con un campamento de fin de semana en el parque Inés de Suárez.