SANTIAGO.-Como Marta Elhers, la alcaldesa de Lo Barnechea, quien reiteró su postura de no entregar la llamada "pastilla del día después", hay municipios que optan por este radicalismo en torno al fármaco. Sin embargo, en otras comunas aliancistas –a pesar de criticar la forma en que el Gobierno maneja el tema- optarán por acatar el Decreto Supremo y repartir la pastilla.
El alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón (RN), pertenece a la "minoría" dentro de la Alianza –como lo señaló Elhers- de quienes firmemente dicen "no" a la entrega del Postinor-2.
"Mientras exista una posibilidad de que sea abortiva no se va a entregar en Puente Alto", enfatizó el edil en conversación con Emol, agregando que "el día que se compruebe que la píldora del día después no es abortiva, yo pongo la caja en la plaza y se la entrego a quién quiera".
Para Ossandón es un error la forma en que ha actuado La Moneda, señalando incluso que la medida es una política "que va encaminada hacia el aborto, disfrazada por el Gobierno, que no lo han dicho porque en las encuestas no les conviene".
"La Presidenta no tiene ninguna autoridad sobre los principios básicos de las personas, por lo tanto considero que si un fármaco o un producto químico, porque eso no ha sido nunca un remedio tiene la duda de ser abortivo, yo no puedo entregarlo, estoy inhabilitado", criticó el edil de Puente Alto.
Flexibilidad en La Florida
Según el alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett (UDI), la firma del decreto que permite la entrega de la píldora a menores de edad sin el consentimiento de los padres, marcó "un día negro para nuestro país".
Esto, a pesar de que la postura del edil es de las más flexibles dentro de la Alianza, ya que estaría de acuerdo con la entrega del fármaco para menores de edad, siempre y cuando se le "comunique" a los padres o tutores.
Sin embargo, señaló que no entregará la píldora hasta que no se agoten las instancias judiciales.
"Es lamentable que la Presidenta quiera imponer una visión a todos los Chilenos, ella dice ser la Presidenta de todos los chilenos en un Gobierno democrático y ciudadano y pasa incluso a llevar a los padres de familia, sin siquiera darles conocimiento de lo que ocurre con sus hijos menores de edad", enfatizó Zalaquett.
Según Zalaquett la postura del Gobierno se contradice con otras políticas que se promueven en el país.
"No pueden comprar un cigarro, no pueden ponerse un piercing, no pueden comprar cerveza, pero pueden a espaldas de la familia pedir una píldora y tomar la decisión de a los 14 años de no tener un hijo", dijo.
Asimismo, la autoridad comunal criticó la invitación que hizo Bachelet a la alcaldesa de Lo Barnechea, Marta Elhers, a la firma del Decreto Supremo, gesto que calificó como "una parada comunicacional" de La Moneda.
Distribución "con criterio"
En Estación Central, en tanto, la postura del alcalde, Gustavo Hasbún (UDI), es distribuir el fármaco, pero "con el criterio suficiente". Es decir, con el consentimiento de los padres de las menores de 16 años que requieran el medicamento en los consultorios de la comuna, y además, haciendo un seguimiento a quienes soliciten la pastilla más de una vez.
"La mujer o la joven que vaya por segunda vez a pedir la píldora va a ser monitoreada y se le va a exigir empezar a ir a charlas de formación y de prevención y si no, la tercera vez no se le va a entregar la píldora", explicó el edil.
Para Hasbún, la firma del Decreto Supremo es una muestra de "intolerancia por parte de la gente de la Concertación".
"Ellos nunca han sido capaces de aceptar la diferencia de opiniones y obviamente eso demuestra que ellos son democráticos para unas cosas y para otras sencillamente aplican lo mismo que criticaron del gobierno de Pinochet, los famosos Decretos con Fuerza de Ley", señaló el alcalde de Estación Central.