Monseñor Goic dijo que para la Iglesia el documento del Ejecutivo recoge, en forma unilateral, una visión parcial del hombre y de la sociedad.
Pablo Mardones, El Mercurio.Lea la declaración de la Conferencia Episcopal
RANCAGUA.- Luego que la Presidenta Michelle Bachelet firmara el lunes pasado el Decreto Supremo que permite la distribución de la denominada "píldora del día después" a menores de entre 14 y 18 años, sin mediar el consentimiento de sus padres, la Conferencia Episcopal de Chile dijo hoy que la medida "no es la solución que el país se merece".
El presidente de la entidad, monseñor Alejandro Goic, criticó el documento firmado por la Mandataria, ya que a juicio de la Iglesia éste "recoge, de modo unilateral, una visión parcial del hombre y de la sociedad. Contiene políticas públicas adoptadas sin escuchar a una parte importante de Chile".
Para la Iglesia, explicó el prelado, las políticas públicas sobre regulación de la fertilidad son eficaces en la medida que "sean establecidas sobre la base de la naturaleza y dignidad propias del ser humano, y que sean fruto de un diálogo amplio en que sean escuchados diversos sectores de la sociedad, incluidos aquellos que reflexionan sobre la persona y su sentido trascendente".
El arzobispo de Rancagua agregó que a la comunidad religiosa le preocupa la realidad social del embarazo adolescente.
"Sin embargo, la normativa hasta ahora conocida no es la solución que el país se merece, pues pone en peligro vidas humanas ya concebidas y completamente indefensas".
Por esta razón, monseñor Goic hizo un llamado a todos los chilenos a que efectúen un "discernimiento maduro y sereno", frente a lo que la Iglesia considera "un paso atrás en la defensa de la vida".
Asimismo, invitó a renovar los esfuerzos para fortalecer el diálogo familiar y el compromiso en favor de la vida y dignidad de las personas.
Luego de conocer la visión de la Iglesia sobre el Decreto Supremo que permite la distribución de la píldora, el vocero de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, reiteró que la medida es una opción y no es imperativa.
"El Gobierno ha llevado a cabo la política que entiende es su responsabilidad. Es fundamental acá que es una política que no es obligatoria, es voluntaria, es una opción, y desde ese punto de vista lo que hace el Gobierno es poner a disposición herramientas y procedimientos al alcance de todos los chilenos y chilenas", dijo.
"Trabajamos con la Iglesia Católica como con todos los credos en Chile y vamos a seguir conversando y encontrando los puntos de encuentro que son muchos", agregó.