LIMA.- El valle de los ríos Ene y Apurímac, en el sudeste andino peruano, es el escenario de una explotación sistemática de cientos de niños que trabajan en el sembrío, cultivo y recolección de hojas de coca que utiliza el narcotráfico para la producción de cocaína, según un informe periodístico.
El diario El Comercio dijo que muchos niños andinos, entre los 10 y 15 años, trabajan en sembradíos de hojas de coca en una área de doce mil kilómetros cuadrados, en una zona donde el narcotráfico realiza sus mayores acopios y producción de cocaína de alta pureza.
El informe titulado “Pequeños rehenes de la coca", precisó que la mayoría de los niños explotados provienen de familias “muy pobres” y que sus progenitores aceptan que trabajen en las zonas cocaleras.