SANTIAGO.- Serios problemas enfrentan hoy los usuarios del Transantiago en la primera jornada de funcionamiento en un día hábil, con denuncias como baja frecuencia de buses y largas esperas como consecuencia directa.
En numerosos sectores de la capital fue posible observar una aglomeración poco habitual de pasajeros, en especial teniendo en cuenta que se trata del mes de febrero, en que gran parte de la masa laboral se encuentra de vacaciones.
Los reclamos apuntaban a las autoridades de gobierno protagonistas del Transantiago, a los empresarios y hasta al propio Iván Zamorano, rostro escogido por el Ministerio de Transportes para impulsar la gran reforma de la locomoción capitalina.
Uno de los sectores más conflictivos es la Escuela Militar, donde alrededor de mil personas desbordaban los controles policiales y hacían esfuerzos para tomar los escasos buses que transitaban por el lugar.
En la Estación Las Rejas, hasta el momento cerca de 300 personas se encuentran imposibilitadas de tomar micro. A esto se suma que el recorrido 401, que va desde San Martín a Las Condes, está colapsado por la falta de buses y porque los pocos que pasan van llenos.
Los usuarios corren para intentar alcanzar los buses, lo que provoca más demoras, porque la gente que necesita abordar el Metro no puede descender de las micros.
La usuaria Carmen Gloria González, quien llevaba esperando bus en la Plaza Italia 35 minutos, dijo que "faltan micros. Yo voy hacia Bilbao y las micros que pasan están llenas y no paran. Me parece pésimo el Transantiago, hay pocas micros, y si hubiese sido un proyecto bueno, no estaría tanta gente esperando".
Otro usuario indignado, que se identificó como Jorge, dijo: "Disculpen la expresión, pero el Transantiago es una mierda. Yo vengo de la José María Caro y sólo el recorrido 105 está funcionando. Nos tienen botados. Esto es culpa del señor Lagos".
En el paradero que hay en General Velásquez con la Alameda, alrededor de 150 personas hacen esfuerzos infructuosos para tomar locomoción.
En un recorrido por el sector poniente de la Alameda, fue posible percibir que los paraderos están colapsados, a pesar de que mejoró la frecuencia de buses con respecto al fin de semana.
El problema es que las micros no alcanzan para la gran cantidad de usuarios.
Un caso complicado es el que vivió el trabajador Iván Gutiérrez, quien salió a las 6:30 de la mañana desde Maipú y, dos horas más tarde, se encontraba todavía esperando locomoción en Plaza Italia. Su destino estaba en Las Condes. "Yo le digo a Zamorano, como el hueón ese anda en micro, que salga a las 6:30 horas de su casa y haga un recorrido normal, y vea cuánto se demora. Además las micros están llenas, yo me bajé doblado".
En la comuna de Las Condes, uno de los usuarios comentó que tuvieron que explicarle al chofer cuál era el recorrido, y que incluso se pasó de las calles establecidas y debió devolverse.
La fiscalización de carabineros con las micros ha sido estricta y no permiten que las personas vayan colgando de los buses, como solía ocurrir con el sistema antiguo.