SANTIAGO.- Si antes una alarma era suficiente para proteger la casa de los delincuentes, hoy parece ya no serlo.
Las técnicas de los asaltantes son cada vez más sofisticadas, por lo que las tecnologías para evitar robos –tanto en hogares como en empresas- se han visto obligadas a evolucionar junto con el 'modus operandi' de los antisociales.
El sábado, en Lo Barnechea, nuevamente un departamento fue asaltado por sujetos que, burlando las dificultades para ingresar a un lugar que cuenta con medidas de seguridad, lograron llevarse cerca de $300 millones.
Atracos como éste -que recordó el caso de las "niñas-araña", quienes no tenían problemas para escalar los edificios y entrar a robar a los departamentos, provocaron todo un cambio en los sistemas de seguridad.
Una de las novedades que actualmente ofrece el mercado y que busca terminar con este tipo de robos es un alambre que se instala en las mallas que habitualmente protegen los balcones. Al ser cortado por los delincuentes, lanza una señal de alerta, mediante un sensor conectado a la alarma central del departamento.
Según el jefe de seguridad de Vitacura, Pedro Valdivia , la seguridad en los departamentos es un tema que ha evolucionado con el país, "porque el delincuente se dio cuenta de que los podía robar", por lo que hoy "los departamentos tienen que estar asimilados al concepto general de seguridad y requieren sistemas preventivos".
"Los edificios de departamentos son barrios hechos en altura que sólo tienen seguridad en los accesos, cuyo diseño arquitectónico permite que los delincuentes puedan llegar a cualquier piso", advierte el experto en seguridad.
El jefe de seguridad de la comuna de Las Condes, Mario Villegas, recomienda instruirse acerca del modo de uso de los sistemas que se instalen en los hogares, ya que -según señala- el "desconocimiento" muchas veces provoca "falsas alarmas".
"Todo sistema dispuesto para elevar los costos del delincuente para actuar en un domicilio, son bienvenidos. Un sistema de alarma debe tener los requisitos de que no permita el ingreso a esa morada, pero es importante que cuando se ponga el sistema de alarma se haga una efectiva labor educativa de información al usuario del sistema, porque muchas veces dan aviso de falsas alarmas, producto del mal uso o desconocimiento de los moradores", señala al respecto.
"Compucage"
Otro de los robos de moda es el de computadores, tanto en empresas como en los hogares. Pensando en esto es que llegó a Chile la "compucage" que mediante una jaula con unos pernos de anclaje permite fijar el equipo al escritorio, un muro o el suelo.
Según el gerente general de Alarmatic, Sebastián Benard, empresa que comercializa este sistema de seguridad, "con esto es mucho más difícil llevárselos y es un mecanismo muy amigable, en donde el computador no queda encerrado completamente, se puede trabajar muy bien".
También es posible "amarrar" los computadores, mediante un lazo prácticamente indestructible que fija el computador o el notebook donde se determine.
"Un delincuente sabe que con el sistema de alarmas tradicional, tiene uno o dos minutos para robar lo que pueda y ahí es posible sacar fácilmente 15 ó 20 computadores, en cambio con este sistema se demorará, por lo menos, unos diez minutos en robarse uno", añade.
Guardias virtuales
Un tradicional sistema de seguridad es el de televigilancia. ¿La innovación? Ya no sólo se puede observar qué están haciendo los ladrones, sino que se puede interactuar con ellos.
Según explica Benard, se pueden instalar hasta 16 monitores que actúen como guardias virtuales, vigilando en todos los rincones. Especialmente ideado para las empresas, con este mecanismo se puede alertar a los antisociales de que están siendo observados.
"Son guardias virtuales que pueden interactuar con el delincuente y a través de un sistema de altoparlante, quien está monitoreando puede decir: 'Usted ha sido detectado, ha sido grabado, así que retírese'",explica el ejecutivo de Alarmatic.
Existen sistemas de televigilancia que van desde una simple cámara conectada a la red computacional instalada en la sucursal de una empresa, hasta otras más complejas que utilizan los equipos de cámaras de circuito cerrado de televisión, que pueden ser monitoreados en cualquier lugar, a través de internet.
De esta forma, cada vez que la cámara detecta un movimiento sospechoso avisa a la central de monitoreo, desde donde se activa el sistema de parlantes y micrófonos.
"Queremos actuar antes de que se cometa el delito, es decir, evitar que entren a la obra, y con el parlante se puede disuadir al asaltante", explica Benard.
Seguridad en las casas
Según Juan Benard, presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Alarmas (ACHEA), la seguridad residencial está marcada por la aparición del llamado "psicópata de La Dehesa", Roberto Martínez Vásquez -más conocido como 'El Tila'- quien en el año 2002 impuso una nueva modalidad de asalto a residencias, donde además de robar, atacaba y ultrajaba a sus moradores.
"Claramente se puede hablar de un antes y un después de El Tila", señala el presidente de la ACHEA, agregando que antes de esto "la demanda por las alarmas como sistema de seguridad era de una o dos al mes y luego, aumentó a cuarenta o cincuenta en igual período, en todo Chile, donde Santiago presenta la mayor cantidad de solicitudes".
Pedro Valdivia explica que la seguridad "es un tema que ha ido avanzando lentamente dentro de lo que es la cultura de Chile, donde hoy día asumen el tema, más que como un gasto, como ocurría hasta hace un par de años, como una inversión".
Por lo mismo, Valdivia destaca la importancia de invertir en mantener las casas seguras, con sistemas más sofisticados.
Una de las últimas tecnologías que ha llegado a Chile en materia de seguridad residencial, son los cercos eléctricos que regulan el voltaje dependiendo de la persona que toca el alambre.
Esto se realiza a través de un panel de control, capaz de ajustar su energía al volumen del cuerpo, de tal forma que si es un menor, la descarga eléctrica será mucho más suave que para un adulto, por lo que instalarlas en el hogar no representa un peligro.
Otra de las ventajas es que el cerco es compatible con plantas, por lo que no se activa con el contacto con las ramas, y además funciona aunque se corte la luz, por dos o tres días.