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UDI: "Este es el año en que conocimos la ideología de la corrupción en Chile"

En su balance del primer año de gestión de la Presidenta Bachelet, el timonel del gremialismo, Hernán Larraín, aseguró además que "el gobierno ha demostrado ser una administración fallida".

08 de Marzo de 2007 | 11:26 | Karina Morales, El Mercurio Online
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Cristián Bueno

SANTIAGO.- Aunque esta mañana la UDI le envió "un saludo cariñoso" a la Presidenta Michelle Bachelet, a propósito del Día de la Mujer, la tienda opositora dio a conocer con duras críticas su balance de lo que ha sido el primer año de gobierno de la Mandataria, el que, a su juicio, se convirtió en el año en que el país conoció "una ideología de la corrupción".


"La corrupción ha sido quizás el dato, desde el punto de vista moral, más doloroso que ha sufrido el país. Este es el año en que conocimos la ideología de la corrupción en Chile", sentenció el presidente del gremialismo, Hernán Larraín, quien recordó todos los casos conocidos en los últimos meses -como Chiledeportes y el uso de gastos reservados en campañas políticas- en que se han visto involucrados diversos personeros de gobierno y que incluso fueron denunciados por los propios miembros de la Concertación.


El timonel de la UDI, acompañado por el senador Andrés Chadwick, denunció además que "el gobierno ha demostrado ser una administración fallida".


Esto, porque, a su juicio, pese a los avances en la reforma provisional, en la educación preescolar y el aumento de dotación de Carabineros, ha quedado en evidencia que no ha podido resolver situaciones prioritarias para los chilenos, aunque advirtió que muchos de estos problemas son "la herencia" que dejó el gobierno de Ricardo Lagos a la actual administración.


En este sentido, Larraín sostuvo que "este año sea le ha notificado a los pobres que deberán seguir esperando". Para el parlamentario la crisis educacional reflejada con "la marcha de los pingüinos" de mayo de 2006, dejó en evidencia "que el gobierno no tenía propuestas en la materia" y que sólo se "ha improvisado".


Según el presidente de la UDI, a este problema se deben sumar también las crisis de los hospitales regionales, el fracaso de los planes antidelincuencia, el alza de los combustibles y su efecto negativo en la clase media.


Mención especial tienen para la UDI los inconvenientes desatados por la aplicación del nuevo sistema de transporte público en la capital.


Según Larraín, "el año terminó de una manera impeorable" con la puesta en marcha del Transantiago, lo que demuestra que los gobiernos de la Concertación son "incapaces de hacer transformaciones radicales y profundas".


"Ha quedado en evidencia que al gobierno no le importa la situación de las personas humildes", agregó Larraín, aludiendo a los problemas de movilización que han tenido los santiaguinos que viven alejados de sus fuentes de trabajo.


"Pareciera que el gobierno de Bachelet está siendo el gobierno de los ricos, porque de los pobres se han olvidado", sentenció.


Economía y año legislativo


Siguiendo con su drástico análisis, el dirigente de la UDI calificó como "un año legislativo perdido" el llevado a cabo por la administración de Bachelet.


Para Larraín la agenda legislativa implementada por el Ejecutivo "ha sido pobre, falta de propuestas y está lejos de ser parte de un programa de gobierno".


Según explicó, en este ámbito la Alianza ha sido "20 veces más propositiva que el gobierno", ya que el Ejecutivo sólo ha presentado 78 proyectos en el Parlamento, mientras que la Alianza ha propuesto 293.


"A nosotros se nos critica que somos poco constructivos, pero los hechos dicen lo contrario: aquí quien es poco constructivo, poco creativo, es el Gobierno, y la oposición a pesar de tener una iniciativa restringida en el ámbito legislativo, ha presentado muchísimas más iniciativas que el Gobierno", aseguró el líder gremialista.


En cuanto a la economía, Hernán Larraín criticó que "teniéndolo todo han logrado resultados menos que mediocres", argumentando que a pesar del favorable escenario mundial, el crecimiento ha sido menor al promedio de América Latina y la fuerza de trabajo "ha caído".

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