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Chilenos acosadores: Conozca las razones del 'toqueteo' en el Metro

Los expertos explican su comportamiento en las relaciones conflictivas con sus madres, por genética y por una "superioridad" histórica que sienten por sobre las mujeres.

12 de Marzo de 2007 | 15:31 | María Teresa Solinas, El Mercurio Online
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AETOS.

SANTIAGO.- Que los hombres se aprovechan de los lugares con mucha congestión, como el Metro o las micros para 'toquetear' a las mujeres, para algunos es cosa de todos los días.


Sin embargo, hace sólo algunas semanas que el tema es conversación infaltable para los santiaguinos, en un debate en el que incluso la propia Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ha hecho su intervención, señalando que es un problema que ella misma veía cuando iba al colegio.


Por lo menos así queda demostrado en las decenas de foros de Internet que como tema central conversan acerca de las experiencias por acoso en la locomoción colectiva.


Aunque no sólo aparecen testimonios de 'manoseos' indeseables, sino también participan muchos hombres que se jactan de sus técnicas para 'correr mano' en espacios públicos, mujeres que dan recetas para repeler el 'manoseo' varonil y hasta hay quienes se han quejado porque creen que con lo bullado que ha estado el asunto y con lo llenos que transitan los buses del Transantiago, no faltarán mujeres que acusen injustamente a quien de casualidad, sólo debido al tumulto, las toque más de la cuenta.


El asunto va más allá, porque efectivamente hay quienes tienen el 'toqueteo' como práctica habitual en sus viajes en el transporte público. Y ellos son justamente el problema al cual se enfrentan las mujeres, a pesar de que también hay hombres que han sido víctimas de este tipo de acosos.


Pero, ¿qué gatilla el deleite de algunos de andar por la vida tocando cuerpos ajenos y escondiéndose en la multitud?


Teoría del chileno 'mamón'


A juicio del gineco-obstetra y sexólogo Christian Thomas, director general del Centro de Estudios del Cambio, el problema nace en la relación del hombre-acosador con su propia madre.


Según explica el experto, hay muchos hombres que "se quedan pegados en etapas muy infantiles, muy primarias del desarrollo sexual; entonces se les genera una gran dificultad para relacionarse con las mujeres".


Es ahí donde nacen problemas como las agresiones a las mujeres y justamente los acosadores sexuales, de los que tanto se habla hoy día.


"Hay una forma anormal de relacionarse con las personas del otro sexo y eso se produce porque en los hombres hay una gran dificultad para hacer el paso de la sexualidad infantil a la sexualidad adulta; hay una diferencia enorme entre el hombre y la mujer, hay una mayor tendencia a haber desviaciones sexuales en el hombre versus las mujeres", enfatiza.


Por su parte, el sociólogo y doctor en ciencias sociales, José Olavarría, del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM) señala que este tipo de abusos también tiene que ver con la forma en que históricamente se han relacionado hombres y mujeres.


"Históricamente tienen acceso y poder sobre las mujeres, y por ello manosean a las mujeres cuando están en condiciones de superioridad y las mujeres están en una condición de indefensión", explica.


A pesar de que en el resto del mundo la situación no es distinta –países como México, Brasil y Japón tuvieron que dejar vagones de Metro exclusivos para mujeres, evitando así el acoso- el doctor Thomas resalta una característica que hace del chileno más propenso a este tipo de desviación: son muy ‘”mamones”.


"Hay un factor cultural muy importante que es que los chilenos -en general- somos muy mamones, muy pegados a nuestra madre, y como a los hombres nos cuesta mucho salir de ese mundo, algunos lo hacen de forma muy agresiva, agrediendo a las mujeres, por eso hay tanta violencia a contra el género femenino", explica Thomas.


Debido a que el acoso no es un simple capricho, el doctor Thomas enfatiza en que la única posibilidad de quien padece este tipo de desviación sexual, es visitar un especialista "porque necesita una terapia".


"De esto no se sale solo ni con voluntad, porque hay una raíz profunda en la relación con la madre que es la que tienen que reparar", añade.


Asimismo, Christian Thomas destaca que para evitar que el problema continúe en las próximas generaciones, debe realizarse un paso cultural importante.  


En ese sentido, Olavarría destaca la importancia de que los hombres ayuden a las mujeres que están siendo "toqueteadas" en lugares públicos, demostrando así a los acosadores que ellas no andan solas y que tienen quien las defienda, ya que al verlas acompañadas, evidentemente, no son capaces de asediarlas.


"El hombre es más activo sexualmente"


Para el presidente de la Sociedad Chilena de Sexología, doctor Juvenal Salas, el problema pasa principalmente por un asunto genético.


A pesar de que el doctor Salas señala que el problema de quienes acostumbran 'manosear' a las mujeres, es una parafilia o una desviación sexual, dice que ésta "no es una conducta totalmente anormal, sino que es la respuesta a la facilidad que le da la civilización a tener mayor contacto con el género femenino".


"Dentro de la pareja el hombre es el más activo en este asunto de estar contemplando, tocando, mirando, olfateando; siempre esta sometido a estímulos humanos que le da la naturaleza. No debe avergonzarse el hombre de ser humano, pero tampoco debe abusar de las facilidades que le da la civilización", señala.


Teniendo en cuenta esto, el profesional agrega que "el Transantiago les dio la posibilidad (a los hombres) de tocar eso que miraban, pero tiene que haber un respeto hacia las mujeres y los niños, pero mientras más facilidades les dé la sociedad, más se aprovecha la gente de abusar de estos aspectos".


Según Salas, las muchedumbres que colapsan el sistema de transporte público "facilitan el actuar a personas que tienen ciertas parafilias", agregando que "la sociedad les está dando facilidades a estas personas para que demuestren sus bajos instintos".


Para el sociólogo del CEDEM "esto se produce porque culturalmente ha sido aceptado y no ha sido ni siquiera castigado cuando es demasiado evidente, pero no ha sido culturalmente visto como un acto impropio o un acto violento".  


Según el experto, los hombres actúan así porque, junto con sentirse en superioridad frente al género femenino, están seguros de que no serán castigados y para asegurarse de ello, es que prefieren actuar entre la multitud, para así pasar desapercibidos y no ser amonestados.


Asimismo, el profesional explica que los hombres actúan anónimamente entre la multitud "cuando sienten que no van a ser de alguna manera castigados y actúan sobre una persona que no se puede defender".  

Según explica el doctor Christian Thomas, por lo general, los hombres que cometen abusos como éstos, tienen un perfil similar.

  • Habitualmente mantienen relaciones muy dificultosas con las mujeres.
  • Son 'solterones' y viven con su mamá.
  • Tienen dificultades en el trabajo, lo que les provoca inestabilidad laboral.
  • Algunos tienen precedentes de violencia intrafamiliar.
  • Tienen poca perspectiva de futuro.
  • Por lo general, no tienen estudios superiores.
  • Son hombres solitarios que suelen acudir a prostíbulos y deambulan por las calles buscando lugares para mirar mujeres.
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