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Impactante caso de niño chileno es enviado al Vaticano como prueba de milagro de Juan Pablo II

Cristián Felipe Piñeda Llantén sobrevivió inexplicablemente a una malformación cardiaca congénita que sólo le permitía recibir una gota de sangre. Sus padres se encomendaron en todo momento al fallecido Pontífice.

05 de Abril de 2007 | 16:47 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- Cristián Felipe Piñeda Llantén tiene 10 meses de vida, pero sólo gracias a un milagro, ya que inexplicablemente sobrevivió cerca de un mes a una cardiopatía congénita muy grave y a una delicada operación que lo mantuvo nueve días en la UCI.


Según el cardiólogo Alejandro Gayan, que estuvo a cargo de la intervención, el caso es clínicamente inexplicable, pues durante muchos días el menor se mantuvo recibiendo "una gota de sangre".


Para sus padres -Héctor y Rosina-, se trata de un milagro de Juan Pablo II, a quien encomendaron el niño al momento de nacer. Por eso, decidieron presentar el caso como una prueba de la santidad del fallecido Pontífice.


Si la Congregación para la Causa de los Santos lo reconoce, el caso se sumará al de la monja francesa sanada de Parkinson y ambas pruebas serían suficientes para que Carol Wojtila se convierta en santo.


Según informó el diario La Segunda, el informe fue enviado secretamente al Vaticano en octubre del año pasado.


El sorprendente cuadro médico


El pequeño Cristián nació el 24 de junio de 2006 y desde ese momento sus padres sospecharon que algo malo le ocurría. Por eso se encomendaron a Juan Pablo II y lo llevaron a tres centros hospitalarios, donde nadie supo decirles qué pasaba con su bebé.


Los pediatras insistían en que era un niño sano porque a simple vista nada indicaba la grave dolencia que padecía.


Tras muchos exámenes y consultas con diversos especialistas, sus padres encontraron al doctor Gayan, quien debido a la difícil situación económica de los Piñeda Llantén decidió no cobrarles.


Un cardiograma dilucidó las dudas. Cristián Felipe sufría una malformación con estrechamiento grave de la aorta por detrás del corazón. "El niño no se veía clínicamente mal para lo grave que estaba su corazón en ese momento. Incluso se alimentaba normalmente, pero la aorta estaba absolutamente crítica, con un milímetro de pasada", explica el cardiólogo.


Gayan afirma que "lo que se realizó posteriormente con la cardiopatía de Cristián, su coartación, no fue distinta a lo que se realiza, ni tampoco en su evolución, a lo habitual. Pero que haya llegado bien, aparentemente de su casa, eso sí llamó la atención".


Ahora el menor está bien, con buen desarrollo, pondoestural y psicomotor. Mientras su madre enfatiza: ¡El milagro de Juan Pablo II está aquí, entre nosotros, es nuestro hijo!

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