Ignacio Hernández, jefe del Servicio de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Roberto del Río, explica la malformación cardíaca que presentan las siamesas.
álex ValdésSANTIAGO.- Un negativo panorama postnatal espera a Constanza y Emily Zambra Lobos, las siamesas nacidas esta madrugada en el Hospital San José.
Así lo afirmaron los doctores del equipo médico que atienden a las recién nacidas, ya que los exámenes al corazón que se les practicaron al momento de nacer arrojaron que la malformación cardíaca que sufren es más grave de lo que se esperaba.
Las niñas nacieron mediante cesárea y pesaron en total 3 kilos 686 gramos. Constanza Danae fue la de mayor tamaño con dos kilos y 41 centímetros de talla. Su hermana Emily Pascal pesó sólo 1 kilo 686 gramos y midió 37 centímetros.
Según explicó el doctor Germán Muhlhausen, jefe de Neonatología del recinto asistencial, al momento de nacer las pequeñas no necesitaron reanimación ni ventilación mecánica. Inmediatamente fueron puestas en una incubadora con calefacción y suero, y en las próximas horas comenzarán a ser alimentadas con leche materna.
Esta mañana los médicos intentaron trasladarlas al Hospital Roberto del Río para realizarles una ecocardiografía, pero las gemelas se desestabilizaron, por lo que el examen tuvo que efectuarse en el mismo establecimiento donde se encuentran.
Al respecto, el cardiólogo infantil Ignacio Hernández explicó que las niñas tienen dos corazones, uno un poco más normal y el otro no funcional. Sin embargo, ambos órganos funcionan como uno solo, lo que complica una eventual separación.
"Compartir un corazón como el que están compartiendo, con la situación anatómica que tienen, la verdad es que el pronóstico desde nuestro punto de vista es bastante sombrío y en este momento plantea una imposibilidad práctica de separarlas", afirmó González.
El especialista agregó que someterlas a una cirugía en estos momentos significaría la muerte de las dos menores, quienes además comparten hígado e intestino. No obstante, los médicos no pueden determinar aún cuánto tiempo vivirán las gemelas si permanecen unidas, ya que -según indicaron- las experiencias mundiales en este tipo de casos son excepcionales.
"Podrían sobrevivir años, como podrían sobrevivir horas, y eso no lo sabemos", afirmó por su parte el doctor Muhlhausen.
Por esta razón, los médicos indicaron que observarán diariamente la evolución de las niñas y les realizarán nuevos exámenes en la medida que su estado de salud lo permita.
Confianza de los padres
Durante esta mañana, el equipo médico informó al padre de las niñas sobre la complicada situación que enfrentan sus hijas. Sin embargo, Carlos Zambra se manifestó confiado en la evolución favorable que tendrán las gemelas.
"Al principio nos dijeron que no había ninguna posibilidad de vida y aquí estamos. No es que yo no crea en los médicos, porque ellos son los mejores especialistas que hay, pero también confío harto en Dios", dijo emocionado el padre de las menores.
Para Zambra, el sólo hecho de que hayan nacido con vida es un milagro que los llena de alegría. Además, comentó que las niñas son morenas y muy activas.
"Acabamos de inscribirlas y ya tenemos dos compatriotas nuevas, con su RUT, nombre y nacionalidad", agregó Zambra.
Respecto a Johanna Lobos, la madre de las siamesas, Carlos Zambra indicó que se encuentra muy cansada, pero igualmente esperanzada de que sus hijas saldrán adelante.
Los casos de bebés siameses son muy poco frecuentes y ocurren en uno de cada 150 mil embarazos.
Según explicaron los médicos, el origen de los siameses es el mismo que el de los gemelos idénticos, es decir, un óvulo fecundado que se divide en dos. La diferencia está en que si el proceso de división se completa antes del día 12, la separación de los embriones será total y dará origen a dos seres iguales. En cambio, si la división finaliza el día 14, los dos embriones quedarán unidos en alguna parte de su cuerpo.
Lo más común es que los gemelos queden unidos en la zona comprendida entre el tórax y el abdomen -como es el caso de Constanza y Emily-, pero también pueden darse uniones en la cabeza, cadera, etc.
En Chile, el caso de siameses más conocido fue el de Marcelo y José Patricio Fuentes, quienes nacieron el 2 de octubre de 1992 unidos por el abdomen, con sus corazones pegados y compartiendo el hígado. A los nueve meses de vida, los niños fueron separados en una exitosa cirugía de diez horas de duración.
Actualmente, el único que vive es José Patricio, ya que su gemelo falleció a causa de una infección broncopulmonar que lo afectó cuando tenía ocho años.