IQUIQUE.- Un verdadero día de furia tuvo el diputado concertacionista Fulvio Rossi contra las autoridades del Ministerio de Obras Públicas por el atraso de obras que se prometieron ejecutar en la Primera Región.
La reunión era presidida por el ministro del ramo, Eduardo Bitran para la firma del protocolo de las obras para la ruta internacional Huara-Colchane hacia Bolivia.
Rossi (PS) se mostró indignado por la “poca seriedad” y dijo que el texto falta a la palabra empeñada por la Presidenta Bachelet, de lo que dio cuenta telefónicamente al ministro del Interior, Belisario Velasco. Luego se retiró de la sala.
Rossi fue el más enfurecido y marcó la punta de las críticas surgidas entre los gremios y parlamentarios zonales ante el incumplimiento de una serie de plazos y promesas en el referido protocolo. Bitrán se excusó diciendo que no había leído el acuerdo firmado por el anterior titular.
La reunión, en un salón de la Intendencia, estuvo por ello marcada por un tenso ambiente. A raíz de esto, el ministro Bitran desistió de firmar el documento, otorgándose un plazo de 30 días para su estudio y modificación.
Entretanto, la diputada Marta Isasi (ex PAR), a la vez de exigir el cumplimiento de plazos concretos, calificó la situación como “una falta de respeto”.
En octubre de 2006 el subsecretario del MOP, Juan Eduardo Saldivia, sostuvo que el corredor Huara-Colchane concluiría en 2011. El anuncio motivó amenazas de paro en la ciudad, por cuanto el compromiso presidencial había sido concluirlo en 2006. En visita a Iquique Bitran debió rectificar el plazo, que quedó para 2008, licitándose las obras en 2007.
Sin embargo, en febrero pasado se estableció que la vía correspondía a una de tipo internacional, lo que obligaba a cambiar el proyecto de una carpeta asfáltica de 2 centímetros a otra de 8 centímetros de espesor. Ello alteraba nuevamente los plazos que fueron aceptados con vistas a obtener un mejor estándar.
El senador UDI Jaime Orpis calificó lo sucedido como “una total improvisación” y haber sido testigo de “una comedia de equivocaciones, donde el ministro ni siquiera había leído el protocolo que debía firmar”.
Y recomendó no aceptar protocolos y firmar sólo convenios de programaciones con validez legal, “para así exigir jurídicamente al Gobierno que cumpla con su palabra empeñada”. En su opinión, lo acontecido revela el poco interés y falta de respeto del Gobierno a las regiones.